A lo largo del siglo XX el diseño ha formado una parte importante de la cultura y de la vida cotidiana. Su alcance es amplio e incluye desde objetos tridimensionales (productos) hasta comunicaciones gráficas (carteles, anuncios, etc.) y sistemas integrados de la tecnología de la información en entornos urbanos.

   

    Definido como la concepción y la planificación de todos los productos elaborados por el hombre, el diseño se puede considerar como un instrumento para mejorar la calidad de la vida.

   

     El diseño no puede entenderse sin los contextos sociales, políticos, económicos, culturales y tecnológicos que han permitido su nacimiento y realización.

   

     Los orígenes del diseño se remontan a la Revolución Industrial y a la aparición de la producción mecanizada. Antes los objetos se fabricaban artesanalmente y la concepción y realización de un objeto la llevaba a cabo un creador individual. con los nuevos procesos de fabricación industrial y la división del trabajo, el diseño se separó de la fabricación. Pero entonces el diseño se consideraba tan solo uno de los aspectos interrelacionados de la producción industrial (no tenía valor añadido), no poseía ninguna base intelectual, teórica o filosófica y apenas ejercía impacto o influencia sobre la sociedad o el proceso industrial.

    El concepto de diseño moderno surgió gracias  a los diseñadores reformistas del S XIX, en particular gracias a Willian Morris (impulsor del movimiento Art & Crafts) que intentó unir teoría y práctica, aunque su labor no tuvo resultados inmediatos, sus ideas ejercieron un impacto fundamental en el desarrollo del movimiento moderno.

   

Willian Morris

    No se implanta el diseño moderno hasta principios del siglo XX cuando figuras como Walter Gropius integran la teoría del diseño y la práctica a través de los nuevos medios de producción industrial. en un intento de salvar la distancia entre el idealismo y la realidad comercial y para dar respuesta a la emergente cultura tecnológica. Gropius fundó en 1919 la Bauhaus para producir un trabajo que unificara preocupaciones intelectuales, prácticas, comerciales y estéticas a través de la actividad artística y el aprovechamiento de nuevas tecnologías.

Walter Gropius - Escuela Bauhaus

    La Bauhaus favoreció nuevos modos de pensar sobre el diseño, sin embargo sólo desarrolló algunas de las ideas para integrar satisfactoriamente la teoría del diseño y el proceso industrial Estos principios serían desarrollados posteriormente por dos instituciones muy significativas en la unificación de la teoría y práctica del diseño con la industria: Nueva Bauhaus de Chicago (1937) y Hochshule für Gestaltung (Ulm, 1953). Estas instituciones realizaron significativas aportaciones a las nuevas ideas sobre la unificación de la teoría y la práctica del diseño en relación con los nuevos métodos industriales de producción.

    En el siglo XX, los productos, estilos, teorías y filosofías sobre el diseño se han vuelto cada vez mas dispares debido a la complejidad del diseño. En el diseño para la producción industrial la relación entre concepción, planificación y fabricación se ha dido complicando a causa de actividades en las que participan profesionales como fabricantes, investigadores, especialistas en materiales, ingeniero y técnicos de producción. Los objetos de diseño que surgen de este proceso no son el producto de diseñadores individuales sino de un equipo de personas en el que todos tienen sus propias ideas y atitudes sobre como deben ser las cosas.

     La pluralidad histórica del diseño en el siglo XX se debe a la variedad de modelos de consumo, de gustos, de tendencias, a los diferentes imperativos morales y comerciales de inventores/diseñadores/fabricantes y al progreso tecnológico de cada pais. El diseño no se puede desentender de los contextos sociales, políticos, culturales y tecnológicos que han propiciado su concepción y realización.

     La economía ha ejercido un impacto significativo en el predominio de objetos que otorgan mayor importancia a la estilística y otras al diseño.

    La estilística se interesa por el tratamiento de la superficie y la apariencia y el diseño por la resolución de problemas (busca la esencia . En penuria económica prima el diseño (funcionalismo) y en periodos de prosperidad el estilo (antirracionalismo)

    Cada vez más el interes de las empresas por crear productos competitivos ha favorecido la evolución y variedad del diseño así como las carreras profesionales de los diseñadores. Muchos diseñadores prefieren trabajar fuera de las limitaciones del proceso industrial y realizan trabajos en el ámbito de la expresividad propia. El diseño no es solo un proceso ligado a la producción mecanizada sino un medio para transmitir ideas persuasivas, actitudes y valores sobre como deberían ser las cosas según los objetivos individuales, corporativos o nacionales.

"Modern Movement" Movimiento moderno.

El movimiento moderno en el diseño nació de una ideología progresista y social a mediados del siglo XIX y de la cruzada moral de algunos reformistas del diseño como Pugin, Ruskin y William Morris que vieron que el estilo victoriano era producto de una sociedad corrompida por la codicia, la decadencia, la opresión y procuraron reformarla a través de un nuevo enfoque del diseño.

Morris renunció a la producción industrial a favor de la artesanía, pero fue uno de los primeros en trasladar la teoría a la práctica con la producción de objetos cotidianos concebidos, diseñados y fabricados de modo holístico.

    Sus ideas reformistas: la supremacía de la utilidad, la simplicidad y la adecuación frente a la calidad, la responsabilidad moral de los diseñadores y fabricantes a la hora de producir objetos de calidad, y la teoría de que el diseño podía y debía usarse como herramienta democrática para lograr un cambio social marcaron el desarrollo del movimiento moderno

     Se fundaron gremios y talleres artesanales en Inglaterra, Alemania y EStados Unidos que eran mas receptivos con la producción industrial. Con el tiempo fué ganando adeptos la idea de que las máquinas eran un medio para llegar a un fin y que para que la reforma llegara a todas partes debía adoptarse el proceso industrial.

     La fundación del Deutscher Werbund en 1907 se considera el momento en que la ideología reformista quedó vinculada a la producción industrial. Los miembros de este movimiento desarrollaron un nuevo enfoque del diseño muy racional que eliminaba la ornamentación y enfatizaba el funcionalismo. Con la erradicación de la decoración externa superflua, los elementos ganaban en sencillez y se lograba una mayor estandarización y eficacia en cuanto a producción y materiales.

     El ahorro beneficiaba al usuario y al fabricante porque aumentaba la calidad de la construcción y de los materiales. La purificación estética aportó un lenguaje ajeno a la moda. La publicación de Adolf Loss, “Ornamento y delito” de 1908 vinculaba los excesos decorativos a la degradación de la sociedad mientras que la publicación del Werkbund “Forma sin Ornamento” ilustraba y expresaba las virtudes de los diseños sencillos y racionales para la producción industrial.

     Esta purga de la ornamentación fue promovida por De Stijl mientras que el constructivismo y el futurismo celebraban el triunfo de las máquinas y del arte de la producción.

     Tras la devastación de la II Guerra mundial, algunos diseñadores como Gropius reconocieron el imperativo moral de la modernidad. Fue director de la Bauhaus, fundada en 1919 para aportar unidad a las artes y poner en práctica los ideales reformistas de los precursores del movimiento moderno.

     La Bauhaus, insitutción de diseño más importante del siglo XX, tuvo un impacto enorme en la evolución del movimiento moderno gracias a su apuesta por el funcionalismo, los métodos industriales de producción y los materiales de última innovación como el metal tubular.

Silla Wassily, diseñada en los estudios de la Bauhaus por Marcel Breuer en 1025

     la eficacia funcionalista de los interiores, el mobiliario, los objetos de metal, la cerámica y los gráficos de la Bauhaus condujeron a un vocabulario coherente del diseño que se convirtió en sinónimo de modernidad. El término alemán Sachlinckeit describía ese nuevo enfoque racional del diseño.

     Sin embargo en 1927, en la exposición celebrada en Stuttgart se observó la consagración del estilo internacional de modernidad caracterizado por el minimalismo, el industrialismo y el uso de formas rectas. Le Corbusier jugó un papel clave en la promoción de esta estética basada en las máquinas, aunque sus diseños eran menos utilitarios que los de la Bauhaus.

    El movimiento moderno parecía haber perdido sus vínculos morales hasta que fué adoptado por los diseñadores escandinavos Alvar Aalto que lideraron una forma humanizadora de modernidad mediante el diseño orgánico. Esta obra fue bien acogida en Inglaterra y EEUU e inspiró a las nuevas generaciones del movimiento como Charles y Ray Eames, a la hora de perpetuar un enfoque holístico y orgánico del diseño.

Funcionalismo

Se caracteriza por dar mas importancia a la arquitectura y al diseño que al estilo y por tratar de afrontar los problemas prácticos de forma lógica y eficaz. Los orígenes del funcionalismo se remontan a las teorías del arquitecto romano del siglo I a.C Vitruvius,, que se basaban a su vez en la tradición helenística.

     Desde entonces el enfoque clásico o funcional de la arquitectura ha resurgido en numerosas ocasiones a lo largo de la historia; durante el Renacimiento, en los siglos XV y XVI, en el siglo XVIII, de la mano de los arquitectos neoclásicos, y en el siglo XIX gracias a la personalidad de Semper y Viollet-le-Duc. Morris y Pugin abogaron por un enfoque funcional del diseño, lo que condujo a la fabricación de productos utilitarios pero quien formuló la teoría del funcionalismo fue Sullivan que acuñó la expresión “la forma sigue a la función” en 1896.

     Estos precursores del funcionalismo promovieron una metodología que tuviera en cuenta la cultura, el entorno específico de la región en que se  creaba cada edificio. Sin embargo durante la primera mitad del siglo XX, los diseñadores del movimiento moderno combinaron el funcionalismo con racionalismo en busca de soluciones más universales que nacionales. La Bauhaus se basaba en eso y diseñadores como Van der Rohe y Le Corbusier experimentaron con materiales como el acero, el cristal, o los metales tubulares con el fin de crear muebles y edificios funcionales. Sin embargo, muchos no sólo se decantaron por el uso de nuevos materiales sino por su moderna estética basada en las máquinas. En la década de los treinta la estética funcionalista gozaba de gran aceptación y presagiaba el estilo internacional. En los 70 cuestionó la moralidad del funcionalismo por los grupos anti diseño, lo que provocó el surgimiento del posmodernismo.