LA BUSQUEDA DE MIRIAM
Una vez que el castillo volvió a la normalidad porque la batalla había sido ganada por el ejército de la corte del rey Héctor, la vida en el castillo fue rutinaria y tranquila. El padre de Miriam volvió a ejercer su trabajo por temporadas. El príncipe Carlos siguió buscando esposa entre las nobles princesas de las demás cortes, al ser rechazado en varias ocasiones por la princesa Rosalía y no poder conquistarla, aunque tras la ausencia de Miriam se quedó un poco desolado por no haber terminado sus estudios.
Miriam la hija del sabio Zacarías se marchó sin rumbo para encontrarse a sí misma. Quería saber quién fue realmente su madre y quién era ella. Después de andar un largo camino se adentró en el bosque de las Guardianas. En este solo se oían los pájaros , lo demás estaba totalmente silencioso.
Miriam miró al frente y vio una pequeña lucecita de color amarilla. Ella como carecía de miedo prosiguió su camino hasta ver lo que se hallaba al fondo.
De repente una voz se dirige hasta ella.
Miriam asustada se aleja un poco de ella.
Miriam decidida, sonrió al frente y se marchó con la guardiana.
Después de un largo camino, las dos mujeres llegaron a su destino, a un pequeño pueblo llamado Frijolito. Este pueblo era bastante bonito y era muy tranquilo. Tenía mucha vegetación y los habitantes que se encontraban en Frijolito no eran muchos.
Miriam se asombró al ver este pueblo con casas pequeñas construidas de madera . En si misma pensó que era precioso.
Ese día Miriam y Belladona cogieron bastante confianza entre ellas. La pequeña conoció a más guardianas, y entre todas le enseñaron un poquito este pueblo.
Miriam iba sin rumbo, por lo que no tenía donde quedarse a pasar la noche, así que, como las guardianas sabían que iba a venir algún día, ya tenían la casita preparada para ella sola, con su cocina, su salón, su baño y su dormitorio, era todo muy acogedor. Miriam muy agradecida pasó la noche en este pueblo.
A la mañana siguiente, Miriam se levantó y vio que en su mesa del salón había libros antiguos. Ella abrió uno y empiezó a leerlo. No tenía título, pero sí nombre. Parecía más un diario… ‘Nora Sempla’ eso era lo que ponía de nombre.
Miriam empezó a leer, y este diario se basaba en la vida de una mujer llamada Nora, que conoció a un hombre llamado Zacarías y se casó con él. La chica al leer ‘Zacarías’ se queda sorprendida.
Es el nombre de su padre. Había sacado la conclusión de que ese diario era de su madre.
Las lágrimas de Miriam no se contenían, y prosiguió leyendo. Así se pasaba la chica todos los días, ya que tenía 3 diarios. Cada tarde solía irse con las guardianas a ayudarlas en lo que necesitasen, y por la noche siempre leía un poquito del diario de su madre. No podía dejar de leerlo.
Pasaron los días y faltaba muy poquito para que el tercer diario se acabara. Por ello, Miriam leyó un párrafo que le hizo reflexionar: Querida hija mía, supongo que algún día leerás esto y yo ya no estaré contigo. Quiero que te quedes en este pueblo con tu padre, que ayudéis a la gente que necesite ayuda.
Aquí pasé yo mi infancia y quiero que mi hija conozca más todo esto, las guardianas te pueden hablar mucho sobre mí. En este lugar ya tenéis vivienda, tenéis amigos, tenéis de todo.
Me gustaría mucho veros desde el cielo que estáis ahí, donde yo vivía… Os quiero un montón. NORA
Miriam salió a toda velocidad donde se encontraba su padre, al castillo. Allí volvió a ver a los reyes, a las princesas, a todo el mundo.
Zacarías ya se había despedido de toda la corte, al igual que Miriam y marcharon juntos a Frijolito.
Miriam le contó a su padre la existencia de los 3 diarios que había encontrado de su madre y todo lo que ponía en ellos.
El padre y su hija Miriam decidieron quedarse para continuar su futuro juntos y dejar a Nora con una sonrisa.
Natalia Márquez 2º E