El profeta Daniel
reza a Dios
Cuando el pueblo de Israel fue conquistado por el imperio de Babilonia, Daniel aún era joven, Él y muchos israelitas fueron apresados y llevados como esclavos a Babilonia. Daniel se hizo hombre siendo un esclavo de gran bondad que amaba a Dios al que rezaba arrodillado 3 veces al día. Daniel era muy sabio, escribía bonitas oraciones a Dios en forma de poesías y recibió de Éste el don de saber interpretar los sueños y dar consejos. Cuando el rey de Babilonia descubrió sus cualidades lo dejó libre y lo convirtió en uno de sus consejeros despertando la envidia de los otros consejeros de su corte que querían hacerle daño y para alejarlo del rey tramaron un plan. Los consejeros dijeron al rey que ordenara que todo su reino debía rezar solo a su rey, pero Daniel siguió rezando a Dios y ellos lo acusaron de traición. El rey, muy a su pesar, lo castigó arrojándolo a un foso con leones hambrientos. Al día siguiente el rey fue hasta el foso y encontró a Daniel entre los leones rezando a Dios que había enviado un ángel para salvarlo, al verlo se arrepintió y mandó que lo sacaran de allí. |