La historia de los 21 Puntos por una Radiodifusión Democrática
Hoy, 27 de agosto, es el día de la Radio. Hace 9 años, un día como hoy, presentábamos con la Coalición por una Radiodifusión Democrática los 21 Puntos por una Radiodifusión Democrática con una transmisión desde Radio Nacional que salió por varias redes.
Les dejo un fragmento de mi tesina en la que cuento cómo se discutieron esos 21 puntos.
La discusión por los 21 puntos y los consensos alcanzados
Abordar la discusión de los 21 puntos es entrar en un terreno rodeado de anécdotas y mitos que prefiero no desmitificar. Hay dos versiones al respecto. Una le da una impronta más cercana a las 20 verdades peronistas que terminaron siendo 21 porque había una discusión en torno a las competencias profesionales de los trabajadores a partir de un debate sobre el encuadre de los trabajadores de las cooperativas que según Damián Loreti se convirtió en el punto 21: “el punto fue ¿Qué hacés con un grupo vinculado a un medio que no se dedique solo a medios? Lo que tenés que hacer es respetar las incumbencias de los trabajadores, sea un banco o una cooperativa de servicios públicos.”[1]
La otra versión recogida de diversas fuentes señala que la idea de los 21 puntos surgió cuando uno de los integrantes de la Coalición, Gonzalo Carbajal, que era publicista, sugirió que fueran 21: 1 por cada año desde la recuperación de la democracia, reforzando la idea de que era una deuda pendiente de este período.
En cualquiera de los dos casos los “21 puntos por una Ley de Radiodifusión de la Democracia” reflejaron amplios consensos y estuvieron inspirados en diversas fuentes. Durante alrededor de tres meses se sucedieron las reuniones e intercambios en forma personal y a través de correos electrónicos para definirlos. Según Busso hubo dos textos sobre los que se trabajó básicamente: uno aportado por Loreti que terminaron siendo los fundamentos y otro aportado por él que fueron las bases de los puntos concretos. Se discutieron y modificaron. Si había algún punto donde las diferencias eran insalvables el criterio era no ponerlo y dejarlo para otro momento, no se votaba.
La idea con los 21 puntos según Loreti era llevar la discusión a un terreno donde a los que se oponían a una nueva ley no les fuera fácil rebatirlos: “lo que siempre fui marcando con la asociación de radios comunitarias es agrandar la cancha en la cual neutralices un poco la capacidad de presión de las empresas concentradas y además pongas a los aparatos del Estado en contraposición con estándares muchos más claros, puntuales y específicos.” cuenta Loreti mencionando a los dos actores que suelen generar más suspicacias a la hora de hablar de libertad de expresión: Los medios concentrados y el Estado.
Podríamos decir que el ideal estaba más cercano al de un servicio público como el planteado por Antonio Pasquali (1991), independiente tanto del poder económico como del político.
Se trabajó en base a la jurisprudencia internacional como se señala en los fundamentos de los 21 puntos: “Recordando que la libertad de expresión es un derecho fundamental reconocido en la Declaración Americana sobre los Derechos y Deberes del Hombre y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Resolución 59(I) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Resolución 104 adoptada por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, La Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y que todos estos acuerdos representan el marco legal y político al que se encuentran sujetos los Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos.” [2] Se buscaba de esta manera darles una base de sustentación que hiciera de los 21 puntos un piso importante.
A esta mirada más general cada sector fue aportando particularidades (que al momento de discutir los puntos concretos de la ley se amplificaron exponencialmente) como por ejemplo el aporte de los sindicatos en cuanto al fomento del trabajo y la defensa de las incumbencias profesionales, de los medios comunitarios y las organizaciones sociales buscando garantizar un lugar en el espectro para quienes habían estado excluidos por el artículo 45 de la ley anterior, los organismos de DD.HH. atentos a que se borre de las leyes cualquier vestigio de la doctrina de seguridad nacional o las PYMES pidiendo que se las diferencie de los grandes grupos, etc.
Lo que parecía muy difícil fue tomando forma, las diferencias se fueron limando en una metodología de resolución por acuerdos
En Julio del 2004 la Coalición ya tenía elaborado los 21 puntos y sumaba adherentes llegando en una primera etapa a unas 300 organizaciones que firmaron la declaración o sumaron su adhesión en la página web que se creo: www.coalicion.org.ar , en la que se recibió gran apoyo en poco tiempo: “En pocas horas se consiguieron 1.600 firmas. Ya el mundillo de la comunicación hablaba de los ’21 puntos’, pero aún faltaba lograr la adhesión masiva a la propuesta, colocándola en debate en el conjunto de la sociedad.” (Busso, Jaime 2011)
La mayoría de los integrantes iniciales de la Coalición conocía las experiencias internacionales que se habían dado en torno a los debates por las PNC (Políticas Nacionales de Comunicación) y habían vivido en carne propia las frustraciones previas por derogar la 22.285. Había claridad respecto a que si no se masificaba el debate se corría el riesgo de mantenerse en el terreno testimonial e ir rumbo a un nuevo fracaso. Nadie estaba ahí con esas intenciones, se habían unido porque creían que había condiciones para que esta vez fuera distinto, y lo iban a intentar.
Pero este objetivo de lograr la masividad se enfrentaba con un gran obstáculo: los “grandes” medios, que iban a ignorar mientras pudieran la existencia de la Coalición y los 21 puntos por lo cual “la estrategia para conseguir la mayor cantidad de adhesiones fue salir a recorrer el país multiplicando los debates sobre el concepto de la ‘Comunicación como un Derecho Humano’ y sobre los 21 Puntos. Por otra parte, la Coalición decidió abrir otros canales de visibilidad presentando la propuesta al Poder Ejecutivo, al Congreso y a los partidos políticos con representación parlamentaria” (Busso, Jaime 2011)
Si no se contaba con los medios había que sumar los medios propios, militancia y una estrategia política que permitiera difundir las ideas de la Coalición.
Se eligió para la presentación pública una fecha simbólica: el 27 de agosto de 2004, Día de la Radiodifusión en recuerdo de la primera transmisión radial. Ese día se hizo una transmisión desde el Auditorio de Radio Nacional que circuló por una red de diversos medios que incluía las 40 emisoras de Radio Nacional distribuidas por todo el país, las radios universitarias agrupadas en ARUNA, la red de FARCO y otras radios comunitarias. Esta presentación fue ignorada por los medios comerciales poco interesados en que se debatiera una nueva Ley de Radiodifusión, pero “fue importante por su repercusión, y constituyó la presentación en sociedad de la Coalición. Figuras políticas y sociales estuvieron presentes en esta actividad conjunta” (Busso, Jaime 2011)
“Una segunda presentación se hizo cuando yo todavía era director de la Carrera de Comunicación de la UBA, el 2 de diciembre del 2004 en el Auditorio de la Calle Franklyn cuando se transmitió un teórico de Mastrini por la red de radios comunitarias, por Pulsar(la agencia informativa de AMARC) y por Radio Nacional con Mona Mocalvillo.”[3] Señaló Loreti en la entrevista para esta tesina.
[1] Entrevista a Damián Loreti, Buenos Aires, diciembre del 2009
[2] Ver fundamentos de los 21 puntos: http://www.coalicion.org.ar/fundamentos.htm
[3] Entrevista a Damián Loreti, Buenos Aires, diciembre del 2009