Lengua Castellana y Literatura - 2º Bachillerato
LA OBRA POÉTICA DE BLAS DE OTERO |
ÍNDICE
LA OBRA POÉTICA DE BLAS DE OTERO |
1. DATOS BIOGRÁFICOS |
Blas de Otero Muñoz nace en la calle Hurtado de Amézaga de Bilbao el 15 de marzo de 1916 en el seno de una acomodada familia burguesa. Sus primeras letras las aprende con mademoiselle Isabel, una joven vascofrancesa que cuidaba a los niños pequeños de la casa. A los siete años ingresa la Academia Anglofrancesa que había fundado en Bilbao Juana Whitney, madre de María de Maeztu. Poco después comienza sus estudios en el colegio de los Jesuitas de Indautxu, lugar donde recibe una educación religiosa con la que rompería más tarde. Posteriormente cursa Bachillerato en Madrid, ciudad a la que su familia se había trasladado en 1927 debido a problemas económicos derivados de la crisis que sacudió Europa por aquellas fechas.
En la capital española permanece cinco años y es allí donde Blas de Otero empieza a componer sus primeros versos. La muerte de su hermano mayor y el fallecimiento de su padre tres años después, en 1932, determina su futuro: Otero regresa con su madre y sus dos hermanas a Bilbao, abandona su sueño de estudiar Letras y decide matricularse en Derecho, la misma carrera que cursaba su hermano mayor cuando murió con 16 años.
Blas de Otero finaliza la carrera de Derecho un año antes del estallido de la Guerra Civil. Se alista en el batallón vasco como sanitario pero, tras la caída de Bilbao, es llamado a filas y enviado al frente de Levante en un batallón de Artillería. Una vez acabada la guerra, comienza a trabajar como asesor jurídico en una empresa metalúrgica vizcaína, pero sin abandonar su verdadera vocación: la poesía.
En 1942 publica su primer libro de poemas: Cántico espiritual, dedicado a San Juan de la Cruz, y en 1943 regresa a Madrid a cumplir su deseo de estudiar Filosofía y Letras. Sin embargo, un nuevo revés familiar (la enfermedad de su hermana mayor) le obliga a regresar a Bilbao. Esta renuncia vocacional, unida a los problemas económicos, le hacen caer en una profunda depresión que provoca el ingreso de Otero en un sanatorio psiquiátrico donde permanece durante todo el año 1945. Allí su catolicismo ortodoxo y su fe comienza a resquebrajarse, al mismo tiempo que reafirma su decisión de convertir la poesía en su oficio. Así, cuando sale del sanatorio, comienza a impartir clases particulares de Derecho para contribuir a la economía familiar, pero ello no le impide seguir componiendo versos que va publicando en diferentes revistas literarias, como Escorial y Espadaña. Estos poemas son los que más adelante formarán parte de Ángel fieramente humano (1950) y Redoble de conciencia (1951). Con estas obras consigue convertirse en un poeta de reconocido prestigio y abandona definitivamente la enseñanza para volcarse en su vocación literaria.
En 1952, asfixiado por el ambiente de posguerra, se marcha a París, donde entra en contacto con algunos exiliados españoles y se acentúa su compromiso político y social, lo que le lleva a afiliarse al Partido Comunista de España. En 1953 regresa a España, vive en Barcelona durante tres años y viaja por numerosas provincias y ciudades dando conferencias y recitales. Este periplo por diferentes lugares de la geografía española le hace también entrar en contacto con la clase obrera. Su labor como conferenciante también hace que visite varios países en los que ha triunfado la revolución socialista: China, la Unión Soviética y Cuba. Precisamente es en la capital cubana donde conoce a la que sería su primera mujer: Yolanda Pina. Pero, tras divorciarse de ella tres años después de su matrimonio, regresa definitivamente a España en 1968. Allí, tras superar una operación de cáncer que lo colocó al borde de la muerte, se establece en Madrid. Los últimos años de su vida son de estabilidad sentimental junto a Sabina de la Cruz. Muere en Majadahonda (Madrid) el 29 de junio de 1979 a causa de una embolia pulmonar.
Otero ha sido considerado por amplios sectores de la crítica como uno de los poetas más relevantes del panorama lírico español de la 2ª mitad del siglo XX. Fue Premio Boscán de poesía en 1950 por Redoble de conciencia, y Premio de la Crítica en 1959 y Premio Fastenrath en 1962 por Ancia.
2. PRODUCCIÓN POÉTICA DE BLAS DE OTERO |
La producción literaria de Blas de Otero suele dividirse en tres etapas claramente diferenciadas. Así, en un primer momento el poeta se centrará en sus problemas personales, existenciales y religiosos para, a continuación, volcarse en los problemas colectivos. Finalmente, a partir de 1965, se advertirá en su obra la búsqueda de nuevas formas, aunque sin abandonar su preocupación por el hombre.
En 1942 Blas de Otero publica Cántico espiritual, cuaderno de poemas de tono religioso que, junto con algunas composiciones poéticas que aparecieron en diversas revistas entre 1941 y 1943, pertenece a lo que se ha llamado “prehistoria” del poeta. Son obras que ya revelaban las dotes poéticas de Otero, pero de las que él mismo renegó hasta el punto de que las omitía en sus antologías poéticas. Respetemos, por tanto, su voluntad, y centrémonos en los libros de poemas publicados en 1950 y 1951 respectivamente: Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia. Años más tarde, en 1958, fundiría estos dos libros en un solo volumen al que titularía Ancia (palabra formada por la primera sílaba de Ángel fieramente humano y la última sílaba de Redoble de conciencia). En él se incluyen, además, 48 poemas nuevos, escritos en su mayoría entre 1945 y 1950[1].
Dámaso Alonso situó al Blas de Otero de este periodo dentro de lo que él denominó “poesía desarraigada”, de una poesía que expresa la angustia y el dolor del hombre. Estamos, pues, ante una etapa en la que domina el “yo”. No obstante, dentro esta etapa nos encontramos con varias direcciones temáticas:
Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.
En cuanto al lenguaje, los poemas de esta etapa se caracterizan por su violencia expresiva, su dramatismo, su ritmo desgarrado y angustioso. Los constantes encabalgamientos abruptos contribuyen, en buena medida, a producir esa sensación de desgarro y violencia. Y, respecto a las formas métricas empleadas, Otero recurre fundamentalmente a formas clásicas. De hecho, la mayor parte de Ángel fieramente humano está formada por sonetos.
Esta nueva etapa poética, en la que la preocupación social desplaza definitivamente a la angustia metafísica, se inicia en 1955 con la publicación de Pido la paz y la palabra[2]. A este libro le siguen dos obras publicadas en París: En castellano[3] (1959) y Que trata de España[4] (1964).
En esta etapa el poeta deja a un lado sus problemas existenciales, el dolor y la angustia que lo embarga, y se sumerge en los otros, convirtiéndose así en portavoz de los que sufren. El camino que no encontró en la religión lo encuentra ahora en la solidaridad. Es lo que Alarcos Llorach en La poesía de Blas de Otero sintetizó con estas acertadas palabras: “del yo al nosotros”. Por otro lado, esta es una época de constantes viajes (Francia, Cuba, Rusia...) que coincide con la militancia de Blas de Otero en el Partido Comunista.
La primera estrofa del poema “A la inmensa mayoría”, de Pido la paz y la palabra, recoge de forma magistral este profundo giro hacia lo social que sufre la poesía de Blas de Otero:
Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos sus versos.
En otros poemas de esta etapa evoca su vida y el doloroso pasado marcado por la guerra, al mismo tiempo que reclama la paz y la justicia. Y muy significativos son también los poemas en los que evoca con amor las tierras españolas (ciudades, pueblos…), temas presentes ya en Pido la paz y la palabra, pero que se hacen mucho más numerosos en Que trata de España.
Por otro lado, en esta etapa, en la que Blas de Otero se dirige a lo que él mismo denominó “la inmensa mayoría” (en contraste con Juan Ramón Jiménez, que dedicaba su obra “a la minoría, siempre”), el poeta buscará un lenguaje más sencillo y asequible. Sin embargo, esta aparente sencillez encubre un gran cuidado formal que se pone de manifiesto en la rigurosa construcción de algunos poemas y en la presencia de abundantes recursos literarios. Y, en cuanto a las formas métricas, se aprecia en esta época una mayor presencia de la lírica popular, si bien también nos encontramos con algunos sonetos y poemas en versos libres.
A partir de 1965 Blas de Otero. como otros muchos poetas sociales, emprende la búsqueda de nuevos caminos para su poesía. Pertenecen a esta etapa el libro Mientras[5] (1970) e Historias fingidas y verdaderas (1970), innovador compendio de poemas en prosa.
Desde el punto de vista temático se aprecia en este periodo una mayor presencia de la intimidad, si bien no abandona del todo sus preocupaciones sociales. Y en lo que se refiere a cuestiones formales, lo más característico de esta etapa es la preferencia por formas métricas muy libres y un enriquecimiento de la lengua poética, que se pone de manifiesto, por ejemplo, en la aparición de imágenes insólitas y, en ocasiones, en un cierto hermetismo. La influencia del surrealismo es clara.
En 2010, treinta y un años después de su muerte, la editorial Galaxia Gutenberg publicó Hojas de Madrid con La Galerna. Y en 2013 esta misma editorial sacó a la luz la Obra completa de Blas de Otero. La edición de estos dos últimos libros se debe a Sabina de la Cruz, compañera de Otero en sus últimos días de vida y albacea de su legado literario.
La publicación de la Obra completa de Blas de Otero ha supuesto un acontecimiento literario de primer orden, teniendo en cuenta que buena parte de los poemas aquí reunidos quedaron inéditos a la muerte del autor o dispersos en diversas publicaciones periódicas. Así, en este volumen de 1.274 páginas se recogen, junto a los libros ya publicados por el autor, los más de trescientos poemas de Hojas de Madrid con La Galerna, además de otros no publicados anteriormente. Entre estos últimos se encuentran tres libros inéditos: Poesía e Historia, que incluye más de ochenta poemas compuestos entre 1960 y 1968; Nuevas historias fingidas y verdaderas, en el que aparecen 28 nuevas prosas escritas entre 1971 y 1972; y la Historia (casi) de mi vida, escrita en 1969.
3. LA LENGUA POÉTICA DE BLAS DE OTERO |
Para el estudio de los recursos estilísticos que caracterizan la poesía de Blas de Otero conviene leer La poesía de Blas de Otero, de Emilio Alarcos LLorach, obra que estudia de forma magistral este tema. Simplificando un poco todo lo que Alarcos Llorach recoge con minuciosidad extrema, destacaremos lo siguiente:
Oh Dios.Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.
Con la sangre hasta la cintura, algunas veces
con la sangre hasta el borde de la boca,
voy
avanzando
lentamente, con la sangre hasta el borde de los labios
algunas veces,
voy
avanzando sobre este viejo suelo, sobre
la tierra hundida en sangre,
voy
avanzando lentamente (...)
Pero la muerte, desde dentro, ve.
Pero la muerte, desde dentro, vela.
Pero la muerte, desde dentro, mata.
Porque quiero tu cuerpo ciegamente.
Porque deseo tu belleza plena.
Porque busco ese horror, esa cadena
mortal, que arrastra inconsolablemente (...)
donde, hundidos los brazos, recibimos
un relámpago azul, unos racimos
de luz rasgada en un frondor de oro.
Sólo el hombre está solo
al sol. Olmos sonoros, altos
La poesía de Blas de Otero se caracteriza por su variedad métrica. Así, en sus primeros libros se sirve de formas métricas tradicionales, como el soneto[8], la lira[9], los cuartetos[10] o los serventesios[11].
En su segunda etapa no abandona el soneto, pero nos encontramos también con formas métricas propias de la lírica tradicional y con poemas en versos libres.
Esta presencia de los versos libres se acentúa en su tercera etapa, en la que también nos encontramos con poemas escritos en versículos.
Una de las características que definen la poesía de Blas de Otero es la intertextualidad, es decir, la inserción en sus poemas de palabras de otros escritores. Estas citas están a veces recogidas literalmente, pero en otras ocasiones aparecen intencionadamente modificadas. Por otro lado, aunque en alguna ocasión menciona su fuente de procedencia, lo más habitual es que no lo haga, lo cual no se debe a un deseo de ocultar el texto citado sino al propósito de provocar una especie de diálogo intertextual que enriquezca su propio poema.
Esta “sinfonía de voces” ajenas es, a menudo, un homenaje y una señal de admiración hacia determinados autores con los que Otero comparte problemas de orden estético y filiación ideológica; en otras ocasiones, sin embargo, se sirve de estas citas para polemizar o criticar el ideario de un determinado escritor; y, en ocasiones, no pasa de ser un simple juego formal.
Ejemplo de ello es el verso 11 de “Lo eterno”, perteneciente a Ángel fieramente humano: “-ese río del tiempo hacia la muerte”-, que contiene un homenaje a Las coplas por la muerte de su padre, de Jorge Manrique: “Nuestras vidas son los ríos / que van a dar a la mar / que es el morir”.
BIBLIOGRAFÍA |
[1] En Ancia, prologado por Dámaso Alonso, Blas de Otero introduce variantes, cambia títulos, intercala poemas nuevos (la mitad del libro) y modifica el orden de los ya editados en los dos libros anteriores.
[2] Esta obra tropezó con la censura española de la época, que la retuvo durante algún tiempo antes de su publicación definitiva en 1955.
[3] Ante las insalvables dificultades para su publicación en España debido a la censura, esta obra ve la luz en Francia con el título de Parler clair, en edición bilingüe y con traducción de Claude Couffon. Se ha dicho que éste es el libro más comprometido del autor desde el punto de vista político ya que en él se denuncia, sin rodeos ni disfraces, la situación política del momento. Un año después de su aparición en Francia, En castellano aparece publicado en México. La primera edición española no vio la luz hasta 1977.
[4] La censura retiene este libro durante más de un año y, cuando sale finalmente a la luz en Barcelona, lo hace en una edición mutilada, después de que la censura española eliminara casi la tercera parte de los poemas. Sin embargo, ese mismo año puede publicarlo completo en La Habana y en París.
[5]una nota que el autor coloca al final de su libro señala que la mayor parte de los poemas que integran Mientras pertenecen a un libro que llevará por título Hojas de Madrid. Sin embargo, Hojas de Madrid ha quedado inédito como obra independiente, si bien muchos de sus poemas están recogidos en antologías y revistas.
[6] El encabalgamiento se produce cuando el final del verso no coincide con una pausa morfosintáctica (una coma, un punto…). Se denomina verso encabalgante al que continúa en el verso siguiente, que recibe el nombre de verso encabalgado. Por otro lado, se dice que un encabalgamiento es abrupto cuando el verso encabalgante se detiene antes de la quinta sílaba del verso encabalgado; y se habla de encabalgamiento suave cuando el verso encabalgante continúa más allá de la quinta sílaba del verso encabalgado.
[7]Algunas figuras literarias de la poesía basadas en la repetición de palabras son las siguientes:
[8] Composición poética formada por once versos endecasílabos que riman en consonante ABBA, ABBA, CDC, DCD.
[9] Estrofa de cinco versos heptasílabos y endecasílabos con rima consonante: aBabB.
[10] Estrofa de cuatro versos endecasílabos con rima consonante ABBA.
[11] Estrofa de cuatro versos endecasílabos con rima consonante abrazada: ABAB.