LA INFLACIÓN Y LA DEFLACIÓN

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"El dinero no es un fin en sí mismo, sino un medio para poder vivir la vida que cada uno desea vivir"

En Latinoamérica todos conocemos la inflación. Sabemos que es cuando los precios suben y suben. Vemos que los salarios no suben en la misma proporción que los precios. Lo sentimos porque el dinero no nos alcanza. Ha habido inflaciones dramáticas, en nuestros paises, que para comprar un pan era necesario pagar varios miles en la moneda local

La deflación es lo contrario de la inflación. Es cuando vemos que los precios comienzan a bajar en tiendas, supermercados, viajes, automóviles, etc. Salvo las ventas de finales de temporadas, personalmente no he visto nunca que los precios bajen.

Ahora, lo estamos comenzando a ver. Ante la carencia de compradores, muchas empresas mantienen ofertas permanentes. Vende al costo o incluso a menos que este, para poder pagar sus obligaciones con los proveedores. Para poder seguir operando. Eso es lo que lleva a la deflación.

La deflación es una enfermedad económica grave. Su cura no la han hallado los doctores de la economía. Se dice que la deflación es un lobo con piel de oveja. Es un mal que aparece con el disfraz de dar poder adquisitivo. Se puede comprar más por menor precio. Lamentablemente genera una creciente inestabilidad económica.

La deflación es un círculo vicioso. Cuando los precios bajan, los consumidores no necesariamente compran más. Por lo general, evitan gastar, esperando mayores reducciones en los precios. Las empresas se ven obligadas a aun reducir más sus precios, solo para sobrevivir.

Los precios, sin márgenes razonables de utilidad, llevan a las empresas a cerrar sus puertas. Otras como no pueden pagar a sus acreedores van a la quiebra. Los despidos de trabajadores se incrementan. El desempleo genera una reducción mayor del consumo: solo se compra lo básico y fundamental. Se generan cambios culturales importantes, que modifican radicalmente los patrones tradicionales de comportamiento.

Inquietud de los Sabios

Según los que conocen de economía, el riesgo es perder el control. La deflación sigue siendo un mal poco conocido. Nadie sabe como tratar esta malvada enfermedad económica.

El Premio Nobel de Economía, Paul Krugman, ha dicho que una deflación prolongada es actualmente el principal riesgo que enfrenta la economía mundial. Esto después de la recesión misma. Desde su perspectiva, uno de los principales problemas actuales es que los bancos centrales – el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de los Estados Unidos – “están agotando sus municiones“.

Entre inflación y deflación no hay donde elegir

El Fondo Monetario Internacional (FMI) coincide en la preocupación de Paul Krugman. El pasado mes, el Director del FMI, aseguró en Washington que de confirmarse una deflación internacional, la recesión actual se hará más intensa y larga.

Y como una paradoja, dijo que cuando acabe la crisis el mundo tendrá que volver a enfrentarse al riesgo de inflación. Esto debido a que las agresivas políticas de gasto que aplican hoy los gobiernos para reactivar la economías. Este gasto exagerado volverá a empujar los precios al alza, generando inflación.

No se conoce si una deflación es más o menos indeseable que una inflación. Ninguna de las dos es buena receta para las empresas. Ambas traen pésimas consecuencias.