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Selección de poemas de temática amorosa (TEXTOS)
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RENACIMIENTO

 

GARCILASO DE LA VEGA

 

Escrito está en mi alma vuestro gesto,

y cuanto yo escribir de vos deseo;

vos sola lo escribisteis, yo lo leo

tan solo, que aun de vos me guardo en esto.

 

En esto estoy y estaré siempre puesto;

que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,

de tanto bien lo que no entiendo creo,

tomando ya la fe por presupuesto.

 

Yo no nací sino para quereros;

mi alma os ha cortado a su medida;

por hábito del alma mismo os quiero.

 

Cuanto tengo confieso yo deberos;

por vos nací, por vos tengo la vida,

por vos he de morir, y por vos muero.

 

BARROCO

 

LUIS DE GÓNGORA

 

Ciego que apuntas y atinas,

Caduco dios, y rapaz,

Vendado que me has vendido,

Y niño mayor de edad,

Por el alma de tu madre

—Que murió, siendo inmortal,

De envidia de mi señora—,

Que no me persigas más.

Déjame en paz, Amor tirano,

 Déjame en paz.

 

Baste el tiempo mal gastado

Que he seguido a mi pesar

Tus inquïetas banderas,

Forajido capitán.

Perdóname, Amor, aquí,

Pues yo te perdono allá

Cuatro escudos de paciencia,

Diez de ventaja en amar.

Déjame en paz, Amor tirano,

Déjame en paz.

Amadores desdichados,

Que seguís milicia tal,

Decidme, ¿qué buena guía

Podéis de un ciego sacar?

De un pájaro ¿qué firmeza?

¿Qué esperanza de un rapaz?

¿Qué galardón de un desnudo?

De un tirano, ¿qué piedad?

Déjame en paz, Amor tirano,

 Déjame en paz.

 

Diez años desperdicié,

Los mejores de mi edad,

En ser labrador de Amor

A costa de mi caudal.

Como aré y sembré, cogí;

Aré un alterado mar,

Sembré una estéril arena,

Cogí vergüenza y afán.

Déjame en paz, Amor tirano,

 Déjame en paz.

 

Una torre fabriqué

Del viento en la raridad,

Mayor que la de Nembrot,

Y de confusión igual.

Gloria llamaba a la pena,

A la cárcel libertad,

Miel dulce al amargo acíbar,

Principio al fin, bien al mal.

Déjame en paz, Amor tirano,

 Déjame en paz.

 

LOPE DE VEGA

            

Desmayarse, atreverse, estar furioso,

áspero, tierno, liberal, esquivo,

alentado, mortal, difunto, vivo,

leal, traidor, cobarde y animoso;

 

no hallar fuera del bien centro y reposo,

mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,

enojado, valiente, fugitivo,

satisfecho, ofendido, receloso;

 

huir el rostro al claro desengaño,

beber veneno por licor süave,

olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,

dar la vida y el alma a un desengaño;

esto es amor, quien lo probó lo sabe.

 

FRANCISCO DE QUEVEDO

                                        

Es hielo abrasador, es fuego helado,

es herida que duele y no se siente,

es un soñado bien, un mal presente,

es un breve descanso muy cansado.

 

Es un descuido que nos da cuidado,

un cobarde con nombre de valiente,

un andar solitario entre la gente,

un amar solamente ser amado.

 

Es una libertad encarcelada,

que dura hasta el postrero paroxismo;

enfermedad que crece si es curada.

 

Éste es el niño Amor, éste es su abismo.

¿Mirad cuál amistad tendrá con nada

el que en todo es contrario de sí mismo!

 

ROMANTICISMO

 

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

 

RIMA XXI

¿Qué es poesía?, dices mientras clavas

 en mi pupila tu pupila azul.

 ¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?

 Poesía,... eres tú.

 

RIMA XXXVIII

Los suspiros son aire y van al aire.

Las lágrimas son agua y van al mar.

Dime, mujer, cuando el amor se olvida,

         ¿sabes tú adónde va?

 

RIMA LIII

Volverán las oscuras golondrinas

en tu balcón sus nidos a colgar,

y otra vez con el ala a sus cristales

jugando llamarán.

 

Pero aquellas que el vuelo refrenaban

tu hermosura y mi dicha al contemplar;

aquellas que aprendieron nuestros nombres ,

esas...¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas

de tu jardín las tapias a escalar,

y otra vez a la tarde, aún más hermosas,

sus flores se abrirán.

 

Pero aquellas cuajadas de rocío

cuyas gotas mirábamos temblar

y caer como lágrimas del día...

esas... ¡no volverán!

 

Volverán del amor en tus oídos

las palabras ardientes a sonar;

tu corazón, de su profundo sueño

tal vez despertará.

 

Pero mudo, absorto y de rodillas

como se adora a Dios ante su altar,

como yo te he querido... desengáñate,

¡así... no te querrán!

 

MODERNISMO

 

ANTONIO MACHADO

 

I

Amada, el aura dice

tu pura veste blanca…

No te verán mis ojos;

¡mi corazón te aguarda!

El viento me ha traído

tu nombre en la mañana;

el eco de tus pasos

repite la montaña…

no te verán mis ojos;

¡mi corazón te aguarda!

En las sombrías torres

repican las campanas…

No te verán mis ojos;

¡m corazón te aguarda!

Los golpes del martillo

dicen la negra caja;

y el sitio de la fosa,

los golpes de la azada…

No te verán mis ojos;

¡Mi corazón te aguarda!

 

II

Soñé que tú me llevabas

por una blanca vereda,

en medio del campo verde,

hacia el azul de las sierras,

hacia los montes azules,

una mañana serena.

Sentí tu mano en la mía,

tu mano de compañera,

tu voz de niña en mi oído

como una campana nueva,

como una campana virgen

de un alba de primavera.

¡Eran tu voz y tu mano,

en sueños, tan verdaderas!...

Vive, esperanza, ¡quién sabe

lo que se traga la tierra!

 

RUBÉN DARÍO

Que el amor no admite cuerdas reflexiones

Señora, Amor es violento,

y cuando nos transfigura

nos enciende el pensamiento

la locura.

No pidas paz a mis brazos

que a los tuyos tienen presos:

son de guerra mis abrazos

y son de incendio mis besos;

y sería vano intento

el tornar mi mente obscura

si me enciende el pensamiento

la locura.

Clara está la mente mía

de llamas de amor, señora,

como la tienda del día

o el palacio de la aurora.

Y el perfume de tu ungüento

te persigue mi ventura,

y me enciende el pensamiento

la locura.

Mi gozo tu paladar

rico panal conceptúa,

como en el santo Cantar:

Mel et lac sub lingua tua.

La delicia de tu aliento

en tan fino vaso apura,

y me enciende el pensamiento

la locura.

GABRIELA MISTRAL

 

Hay besos que pronuncian por sí solos

la sentencia de amor condenatoria,

hay besos que se dan con la mirada

hay besos que se dan con la memoria.

 

Hay besos silenciosos, besos nobles

hay besos enigmáticos, sinceros

hay besos que se dan sólo las almas

hay besos por prohibidos, verdaderos.

 

Hay besos que calcinan y que hieren,

hay besos que arrebatan los sentidos,

hay besos misteriosos que han dejado

mil sueños errantes y perdidos.

 

Hay besos problemáticos que encierran

una clave que nadie ha descifrado,

hay besos que engendran la tragedia

cuantas rosas en broche han deshojado.

 

Hay besos perfumados, besos tibios

que palpitan en íntimos anhelos,

hay besos que en los labios dejan huellas

como un campo de sol entre dos hielos.

 

Hay besos que parecen azucenas

por sublimes, ingenuos y por puros,

hay besos traicioneros y cobardes,

hay besos maldecidos y perjuros.

 

Judas besa a Jesús y deja impresa

en su rostro de Dios, la felonía,

mientras la Magdalena con sus besos

fortifica piadosa su agonía.

 

Desde entonces en los besos palpita

el amor, la traición y los dolores,

en las bodas humanas se parecen

a la brisa que juega con las flores.

 

Hay besos que producen desvaríos

de amorosa pasión ardiente y loca,

tú los conoces bien son besos míos

inventados por mí, para tu boca.

 

Besos de llama que en rastro impreso

llevan los surcos de un amor vedado,

besos de tempestad, salvajes besos

que solo nuestros labios han probado.

 

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;

cubrió tu faz de cárdenos sonrojos

y en los espasmos de emoción terrible,

llenáronse de lágrimas tus ojos.

 

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso

te vi celoso imaginando agravios,

te suspendí en mis brazos... vibró un beso,

y qué viste después...? Sangre en mis labios.

 

Yo te enseñé a besar: los besos fríos

son de impasible corazón de roca,

yo te enseñé a besar con besos míos

inventados por mí, para tu boca.

SIGLO XX

 

LUIS CERNUDA

 

Si el hombre pudiera decir lo que ama,

si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo

como una nube en la luz;

si como muros que se derrumban,

para saludar la verdad erguida en medio,

pudiera derrumbar su cuerpo,

dejando sólo la verdad de su amor,

la verdad de sí mismo,

que no se llama gloria, fortuna o ambición,

sino amor o deseo,

yo sería aquel que imaginaba;

aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos

proclama ante los hombres la verdad ignorada,

la verdad de su amor verdadero.

 

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien

cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;

alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina

por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,

y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu

como leños perdidos que el mar anega o levanta

libremente, con la libertad del amor,

la única libertad que me exalta,

la única libertad por que muero.

 

Tú justificas mi existencia:

si no te conozco, no he vivido;

si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

 

SALVADOR DE MADARIAGA

 

Valle oscuro, valle oscuro

Do se cruzan los senderos.

Yo vi pasar al Amor

Del brazo del Pensamiento.

El Pensamiento dudaba,

El Amor iba certero.

De la floresta vecina

Salió el canto de un jilguero.

Entraron en la espesura

Tras el pájaro parlero,

Y Pensamiento y Amor

En la noche se perdieron.

En vano se van llamando

Uno al otro en el silencio

Que es el valle muy oscuro

Y son muchos los senderos

Para que puedan hallarse

El Amor y el Pensamiento.

Y el uno mira hacia fuera,

Y el otro mira hacia adentro,

Y el uno sigue dudando,

Y el otro sigue certero.

 

PEDRO SALINAS

 

La forma de querer tú

es dejarme que te quiera.

El sí con que te me rindes

es el silencio. Tus besos

son ofrecerme los labios

para que los bese yo.

Jamás palabras, abrazos,

me dirán que tú existías,

que me quisiste: Jamás.

Me lo dicen hojas blancas,

mapas, augurios, teléfonos;

tú, no.

Y estoy abrazado a ti

sin preguntarte, de miedo

a que no sea verdad

que tú vives y me quieres.

Y estoy abrazado a ti

sin mirar y sin tocarte.

No vaya a ser que descubra

con preguntas, con caricias,

esa soledad inmensa

de quererte sólo yo.

_________________

Para vivir no quiero

islas, palacios, torres.

¡Qué alegría más alta:

vivir en los pronombres!

Quítate ya los trajes,

las señas, los retratos;

yo no te quiero así,

disfrazada de otra,

hija siempre de algo.

Te quiero pura, libre,

irreductible: tú.

Sé que cuando te llame

entre todas las gentes

del mundo,

sólo tú serás tú.

Y cuando me preguntes

quién es el que te llama,

el que te quiere suya,

enterraré los nombres,

los rótulos, la historia.

Iré rompiendo todo

lo que encima me echaron

desde antes de nacer.

Y vuelto ya al anónimo

eterno del desnudo,

de la piedra, del mundo,

te diré:

«Yo te quiero, soy yo».

__________________

¡Si me llamaras, sí,

si me llamaras!

 

Lo dejaría todo,

todo lo tiraría:

los precios, los catálogos,

el azul del océano en los mapas,

los días y sus noches,

los telegramas viejos

y un amor.

Tú, que no eres mi amor,

¡si me llamaras!

 

Y aún espero tu voz:

telescopios abajo,

desde la estrella,

por espejos, por túneles,

por los años bisiestos

puede venir. No sé por dónde.

Desde el prodigio, siempre.

Porque si tú me llamas

-¡si me llamaras, sí, si me llamaras!-

será desde un milagro,

incógnito, sin verlo.

 

Nunca desde los labios que te beso,

nunca desde la voz que dice:

"No te vayas."

 

PABLO NERUDA

 

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,

y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.

Parece que los ojos se te hubieran volado

y parece que un beso te cerrara la boca.

 

Como todas las cosas están llenas de mi alma

emerges de las cosas, llena del alma mía.

Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,

y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.

Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.

Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:

déjame que me calle con el silencio tuyo.

 

Déjame que te hable también con tu silencio

claro como una lámpara, simple como un anillo.

Eres como la noche, callada y constelada.

Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

 

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.

Distante y dolorosa como si hubieras muerto.

Una palabra entonces, una sonrisa bastan.

Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Poema 20

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,

y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.

La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.

Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.

Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.

La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.

Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.

Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.

Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.

Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.

Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.

Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,

Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,

y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

 

MARIO BENEDETTI

 

Mi táctica es

mirarte

aprender como sos

quererte como sos

 

mi táctica es

hablarte

y escucharte

construir con palabras

un puente indestructible

 

mi táctica es

quedarme en tu recuerdo

no sé cómo ni sé

con qué pretexto

pero quedarme en vos

 

mi táctica es

ser franco

y saber que sos franca

y que no nos vendamos

simulacros

para que entre los dos

no haya telón

ni abismos

 

mi estrategia es

en cambio

más profunda y más simple

 

mi estrategia es

que un día cualquiera

no sé cómo ni sé

con qué pretexto

por fin me necesites.

HAGAMOS UN TRATO

Compañera

usted sabe

puede contar

conmigo

no hasta dos

o hasta diez

sino contar

conmigo

 

si alguna vez

advierte

que la miro a los ojos

y una veta de amor

 

reconoce en los míos

no alerte sus fusiles

ni piense qué delirio

a pesar de la veta

o tal vez porque existe

usted puede contar

conmigo

 

si otras veces

me encuentra

huraño sin motivo

no piense qué flojera

igual puede contar

conmigo

 

pero hagamos un trato

yo quisiera contar

con usted

 

es tan lindo

saber que usted existe

uno se siente vivo

y cuando digo esto

quiero decir contar

aunque sea hasta dos

aunque sea hasta cinco

no ya para que acuda

presurosa en mi auxilio

sino para saber

a ciencia cierta

que usted sabe que puede

contar conmigo.

______________________

Paso que pasa

rostro que pasabas

qué más quieres

te miro

después me olvidaré

después y solo

solo y después

seguro que me olvido

 

Paso que pasas

rostro que pasabas

qué más quieres

te quiero

te quiero sólo dos

o tres minutos

para conocerte más

no tengo tiempo.

 

Paso que pasas

rostro que pasabas

qué más quieres

ay no

ay no me tientes

que si nos tentamos

no nos podremos olvidar

adiós.

 

ÁNGEL GONZÁLEZ

 

Me he quedado sin pulso y sin aliento...

 

Me he quedado sin pulso y sin aliento

separado de ti. Cuando respiro,

el aire se me vuelve en un suspiro

y en polvo el corazón de desaliento.

 

No es que sienta tu ausencia el sentimiento.

Es que la siente el cuerpo. No te miro.

No te puedo tocar por más que estiro

los brazos como un ciego contra el viento.

 

Todo estaba detrás de tu figura.

Ausente tú, detrás todo de nada,

borroso yermo en el que desespero.

 

Ya no tiene paisaje mi amargura.

Prendida de tu ausencia mi mirada,

contra todo me doy, ciego me hiero.