PENSANDO EN EDUCACIÓN
¿Quieres ser un padre o una madre brillante? Ten el valor de hablar sobre los días más tristes de tu vida con tus hijos. Ten la osadía de contar tus dificultades en el pasado. Háblales de tus aventuras, de tus sueños y, de los momentos más alegres de tu existencia. Humanízate. Transforma la relación con tus hijos en una aventura. Ten consciencia de que educar es entrar uno en el mundo del otro. Muchos padres trabajan para darles el mundo a sus hijos, pero se olvidan de abrir el libro de sus vidas ante ellos.
Queridos maestros, cada uno de vosotros tiene una fascinante historia que implica lágrimas y alegrías, sueños y frustraciones. Contad esas historias en pequeñas dosis a los alumnos durante el curso. No os escondáis detrás de la tiza o de la asignatura. Si no, los temas transversales, responsables para la educación para la vida, como la educación para la paz, el consumo, la salud, serán una utopía, estarán en el programa, pero no en el corazón.
Al contar historias, la voz ha de ser modulada, teatralizada, que cambie de tono durante la narración. Se han de hacer gestos y mímica capaces de expresar lo que la información lógica no logra.
La Educación moderna está en crisis porque no es humana; separa el pensador del conocimiento; al maestro de la materia, al alumno de la escuela; en fin, separa el sujeto del objeto. Ha generado jóvenes lógicos, que saben lidiar con números y máquinas, pero no con dificultades, conflictos, contradicciones y desafíos. Por eso es raro que produzca ejecutivos y profesionales excelentes, personas que se salgan de lo común y destaquen.
No estamos educando las emociones ni estimulando el desarrollo de las funciones más importantes de la inteligencia, cómo contemplar lo bello, pensar antes de reaccionar, exponer y no imponer las ideas, administrar los pensamientos, tener espíritu emprendedor… Estamos informando a los jóvenes, no formando su personalidad.
Si educas la inteligencia emocional de tus hijos con elogios cuando esperan un enfado, con aliento cuando esperan una reacción agresiva, con una actitud afectuosa cuando esperan un ataque de rabia, se quedarán encantados y verán en ti una persona con grandeza.
Nunca el conocimiento médico y psiquiátrico ha sido tan grande y nunca las personas han tenido tantos trastornos emocionales y tantas enfermedades psicosomáticas. Hoy hay muchos niños deprimidos y soin gusto por la vida. Preadolescentes y adolescentes están desarrollando obsesiones, síndrome de pánico, fobias timidez, agresividad y otros trastornos de ansiedad.
Recopilación hecha por el Dr. Carlos Vilchez
Libro: Hijos Brillantes, Alumnos fascinantes. Autor: Augusto Cury