LA ESCOBA Y EL RECOGEDOR.
- ¿Por qué no recoges lo que yo limpio?- preguntó la escoba.
- Porque es mi descanso- contestó el recogedor.
- ¡Solo puedes descansar cuando yo no limpio!- exclamó la escoba.
- Vale lo haré pero a ver si descanso más- dijo el recogedor.
- Pero ahora tienes que recoger- contestó la escoba.
- Pues lo hacemos juntos- dijo el recogedor.
- Vale, dentro de poco empezamos, mientras puedes descansar- dijo la escoba.
- Vale- contestó el recogedor.
- ¿Mejor empezamos ahora y después descansas?- preguntó la escoba.
- Me parece bien ¡manos a la obra!- contestó el recogedor.