Claude Faïn, Túnez, 1926-3 de agosto de 2001

Introito

        Enán Burgos  

Sin aparejos ni figuras, la poesía de Claude Faïn, nos conduce de manera casi telúrica al centro mismo del volcán que es toda lengua, entendida como brote de lava no destinada a comunicar un mensaje. Libre de toda apariencia, de todo lirismo, de estrato a estrato, la palabra escruta los sonidos, las brechas, mientras que el poeta recoge o acoge las flores de piedra posibles, que nos inician o invitan a cruzar fuegos.

        Es el ritmo que engendra la experiencia y no lo contrario. Ritmo abrupto que nos sacude, nos levanta, nos hunde tratando de volver a los orígenes; sin nostalgia ni sentimientos habituales y, venido de lo más profundo, escucha reproduciendo las nominaciones secretas.

        "Geología" es el título de uno de sus poemas, ciencia que trata de la forma exterior e interior del globo terrestre, de la naturaleza de las materias que lo componen y de su formación, de los cambios o alteraciones que estas han experimentado desde su origen, y de la colocación que tienen en su actual estado. Si existe una palabra que revele la obra de Claude Faïn, es bien ésta.

        Su poesía explora la lengua haciendo de ella una realidad. Y cómo no pensar aquí a Mallarmé y a su grandioso poema "Un coup de dés jamais n'abolira le hasard". Escritura de Dios o escritura de Hombre, dicho texto restituye a la materia, la prueba, la unidad diseminada en fragmentos necesarios a su expresión. El orden del universo se ilumina, la palabra entonces participa mientras que el poeta se niega a pronunciar el discurso que nos conforta; el mundo ante los ojos, menos atestado y más claro, aunque la oscuridad persista, nos libra lo inaudible, la presencia que desde el inicio de los tiempos no cesa de oscilar.

                                                                

Claude Faïn

EL RITO

 

el encuentro no tienen tiempo

 

es

el hundimiento

 

donde del

espacio

 

se dibuja la forma

el movimiento

 

 

 

 

más allá de la organización fragmentada

geometría que una geometría trata de ceñir.  

es del génesis

 

dos espacios

                                sacudida

 

 

 

                                arrugada por una

                                             huella  

 

 

 

punto          línea         acento              vuelco

 

composición del límite

 

testigo del encuentro y de los encuentros

conjugando la misma interferencia

latencia

 

                del mal estar  

                mal  para retener  atado

                                a la extracción

 

donde las estructuras son palabra y la palabra

para las fuerzas el movimiento

 

de una aceleración sin poder

 

 

fuera de tramas

distante del mí             yo      la palabra

 

 

antes de la separación

fuera de vista

 

 

                        la uniformidad

 

 

donde el centro

es el punto que borra el punto para ser

la representación

 

la máquina de ruptura ensanchada

para una sola dimensión

intervalo

al eje vacío

 

arrugamiento                espasmo

lo efímero de las roturas         y de las tareas

el volumen hundido

de las placas para devolver la demasía

 

al lado del lado del retorno suprimiendo la distancia

 

 

 

 

del centro a la periferia

el no doble idéntico

                                en las pérdidas

para oír

esas cadencias         voces desgarradas

filtros traspasados por las faltas

lo blanco        la ausencia

 

 

la violencia

donde el verbo y el sujeto se invierten

 

la llaga que llama

 

en el intervalo

 

la sacudida

 

de la materia vuelta flamante

 

 

 en la infinidad de la transposición

 

 

 

se hablan el eco y la pérdida  

 

el relieve la frase el movimiento

 

tomando el mismo lugar    

de las fuerzas que hay que extraer

del volumen

                a la amplitud

 

 

 

 

del doble mirar y de la diferencia

 

 

 

el ensamblaje

sobre el calco imperfecto de encuentros

roturas                ángulos

dilución

entre dos negativos

haces del silencio

 

 

el escondimiento

 

 

en el centro

 

 

en el entrechoque desprovisto de sentido

la presencia

                        

                        deriva la masa

relieve abrupto y

del callejón sin salida

 

                        el mutismo se vuelve masivo

 

                grito        sin la materia reflejante

del verbo

la no representación memorial

                                una sola faz

para un solo cuerpo                en su doble

                                

                                la palabra ausente

 

                                donde se penetran

las fuerzas del brote

 

 

y número inverso

 

el lienzo invisible del ritmo

el movimiento

 

tal superficie

de una mancha incolora

 

 

 

 

entre

la doble fijeza

la sombra

es el reflejo

del cuerpo la palabra el cuerpo

"El Rito" fue publicado por las ediciones El Cuello De Búfalo, París, en 1980.

Queremos especialmente agradecer Carlota Faïn, por concedernos su confianza

al habernos dado la autorización de publicar dicho texto en nuestra Revista La Otra.  

El trayecto de vida de Claude Faïn se puede ubicar en una práctica de psicoanalista. Nos dejó escritos que han sido publicados en casas editoriales donde la remanencia “Poésia” y la exigencia son la primacía. Su búsqueda fue la escucha y la labor de la lengua para testimoniar, y aún hoy, de una sonoridad verídica audible de lejos, precisando siempre los impactos detenidos del cuerpo.  

Bibliografía:

Laderas anuladas, El Cuello De Búfalo, 1974.
( 3 ), Orange Export Ltd. 1974.
El Rito, El Cuello De Búfalo, 1980.
El Desmantelamiento, El Cuello De Búfalo, 1980.
El Retenido deja una magulladura, con grabados de Jean-Luc Herman, 1983.
Había solo reflejo en esta materialidad, Æncrage & Co, 1984.
El rito reanudación del gesto, Spectres Familiers, 1984.
Después del accidente, con pinturas de Joël Leck, TsimtsouM, Aréa, 1985.
No decir nada, con dibujos originales de Jean-Pierre Pincemin, 1986.
La Carta, con un dibujo de Jean-Pierre Pincemin en frontispicio, ediciones Michel Chandeigne, 1986.
3 reiteraciones, Espectros Familiares, 1991.
Lietuva, con dos aguas fuertes de Jean-Pierre Pincemin, ediciones Michel Chandeigne, 1991.
Ceniza de escritura, con dos litografías de Jean-Pierre Pincemin, Æncrage y Co, 1996.
Los flujos alojados en la brecha mistifican el horizonte, con una serigrafía de Charles Enrique Monvert, 1996.
Mensaje desierto, Espectros Familiares, 1999.
Geología, Farrago, 1999.

Claude Faïn falleció el 3 de Agosto del 2001.


INTROITE

        Sans artifices ni figures, la poésie de Claude Faïn, nous conduit de manière presque tellurique au centre même du volcan qu'est toute langue, entendue comme une éruption de lave non destinée à communiquer un message. Libérée de toute apparence, de tout lyrisme, de strate en strate, les mots scrutent les sons, les brèches, alors que le poète reprend ou accueille les fleurs de pierre qui nous initient ou invitent à traverser les flammes.

        C'est le rythme qui engendre l'expérience et non le contrarie. Rythme abrupt qui nous secoue, nous lève, nous enfonce en essayant de revenir aux origines; sans nostalgie, sans les sentiments habituels. Venu des abysses, il écoute en reproduisant les nominations secrètes.

        "Géologie" est le titre de l'un de ses poèmes, science qui traite de la forme extérieure et intérieur du globe terrestre, de la nature des matières qui le composent et de sa formation, des changements ou des altérations que celles-ci ont expérimentées depuis son origine, et de la position qu'elles occupent dans l'état actuel. Si il existe une parole qui puisse nous éclairer sur l’œuvre de Claude Faïn, c'est bien cela.

        Sa poésie explore la langue en faisant d'elle une réalité. Comment ne pas penser ici à Mallarmé et à son poème grandiose "Un coup de dés jamais n'abolira le hasard ". Ecriture de Dieu ou écriture de l'Homme, le dit texte restitue à la matière, la preuve, l'unité disséminée dans des fragments nécessaires à son expression. L'ordre de l'univers s'éclaire, la parole participe. Alors que le poète se refuse à prononcer le discours qui nous rassure, le monde devant nos yeux, moins encombré et plus clair, bien que l'obscurité persiste, délivre l'inaudible, la présence qui depuis l'aube de l'univers ne cesse pas d'osciller.

                                                                        Enán Burgos

Claude Faïn

LE RITE

La rencontre n’a pas de temps

elle est

l’engouffrement

où de l’

espace

se dessine la forme

le mouvement

au-delà de l’organisation morcelée

une géométrie qu’une géométrie cherche à cerner.  

il est de la genèse

deux espaces

                                        secousse

                                        ridée

                                        par une trace

point         ligne         accent              renversement

composition de la limite

témoin de la rencontre et des rencontres

conjuguant la même interférence  

latence

        du mal être

                mal  pour retenir  lié

                        à l’extraction

où les structures sont parole et la parole

pour les forces le mouvement

d’une accélération sans pouvoir

hors des trames

distant du moi              je      la parole

avant le clivage

hors du champ

                        

                        

                        l’uniformité

où le centre

est le point effaçant le point pour être

la représentation

la machine de rupture élargit

pour une seule dimension

l’intervalle

à l’axe vide

froissement                spasme

l’éphémère des brisures                et des tâches

le volume affaissé

des plaques pour rendre le surplus

à côté du côté du retour supprimant la distance  

du centre à la périphérique

le non double identique

                                dans les pertes

à entendre

ces scances                        voix déchirées

des filtres transpercés par les manques

le blanc                 l’absence

la violence

où le verbe et le sujet s’inversent

la plaie qui appelle

dans l’intervalle

la secousse

de la matière rendue battante

dans l’infinité de transpositions

se parlent l’écho et la perte

le relief la phrase le mouvement

empruntant le même lieu

des forces à extraire

du volume

                à l’amplitude

du double regard et de la différence

l’assemblage

dans le calque imparfait des rencontres

brisures        angles

dilution

entre deux négatifs

les faisceaux du silence

l’enfouissement

au centre

dans l’entrechoc vide de sens

la présence

                        dérive la masse

saillie abrupte et

de l’impasse

                        le mutisme devient massivité

                cri        sans la matière réfléchissante

du verbe

la non représentation mémorielle

                                        une seule face  

pour un seul corps                         dans son double

                                        la parole absente

                                        où se pénètrent

les forces du jaillissement

et nombre inverse

la toile invisible du rythme

le mouvement

telle surface

d’une tache sans couleur

entre

la double fixité

l’ombre

est le reflet

du corps la parole le corps

« le Rite » a été publié par les Editions Le Collet de Buffle, Paris, 1980.

Nous tenons spécialement à remercier Charlotte Faïn, de nous accorder sa confiance,

Et de nous donner le droit de publier ce texte dans notre revue La Otra.

Le parcours de Claude Faïn fut dans une pratique de psychanalyste.

Il nous a laissé des écrits qui ont étés publiés dans des maisons d’éditions où la prégnance « Poésie » et l’exigence furent le primat. Son choix à lui fut l’écoute et le travail de la langue pour rendre compte, et encore aujourd’hui, d’une certaine sonorité audible au-delà, précisant toujours les impacts non détachés du corps.

BIBLIOGRAPHIE :

Chandeigne, 1986.

Né en Tunisie le 16 février 1926, Claude Faïn est décédé le 3 août 2001.