- Hola. - Dijo la escoba.
Y el recogedor le contestó:
-Hola.
- No me eches tanta basura. - Protestó el recogedor.
- Lo siento, pero es que hay mucha basura. - Respondió la escoba.
- Vale, pues procura que no haya tanta porquería- Contestó el recogedor.
- Pero es que te necesito para quitar los desperdicios y no es solo culpa mía que el suelo esté sucio- Contestó la escoba.
- En eso tienes razón, la gente no se preocupa del medio ambiente y ensucia mucho
Y entonces se ayudaron los dos a quitar los desperdicios.
Y a partir de ahí, los dos se hicieron amigos y al recogedor no le importaba que le echase desperdicios su amiga la escoba porque sabía que era necesario recoger la basura para que todo estuviera limpio.