UNA EDUCACIÓN EN VALORES
Aunque se han producido avances importantes en las últimas décadas, no parece previsible que con la misma dinámica pueda lograrse el enorme salto educativo requerido para responder a los retrasos históricos. Son precisos nuevos modelos y estrategias para lograr la transformación de las estructuras educativas y sociales.
La educación está en el centro de los debates sociales. Es comprensible que así sea, porque en ella se concentran los modelos, las visiones y los valores para el funcionamiento de la sociedad y para la forma de vivir de las actuales y de las futuras generaciones. No debe extrañar, por tanto, que sea tan complicado alcanzar acuerdos concretos y duraderos entre todos los participantes en el proceso educativo.
A pesar de la diversidad de planteamientos de los diferentes autores, hay una visión común en todos ellos. La urgencia de lograr una mayor equidad social y educativa, el compromiso de los sistemas educativos con la educación en valores y para la ciudadanía democrática el derecho a una educación de calidad en igualdad y sin ningún tipo de discriminación. La educación acontece en cada aula y en cada escuela, y por ello es ahí donde se gesta la calidad y la equidad. Por esta razón, la institución escolar se ha convertido en el lugar más relevante para la acción y las decisiones pedagógicas.