Está difícil tratar de explicarle a un gringo que quiere decir “A mí la muerte me pela los dientes”.

Los americanos también tienen sus juegos de palabras que no se pueden traducir textualmente.

En México, decir que alguien tiene el pie grande se puede entender como una referencia al tamaño del  pene, los gringos usan las manos en lugar del pie, decir que alguien tiene manos pequeñas equivale a decir que tiene un pene de dar lástima.

 Otra referencia difícil de traducir es decir que alguien tiene piel gruesa,  el equivalente en México sería  decir que todo se le resbala. Alguien con piel delgada, por el contrario, sería alguien muy sentido o que no se aguanta nada.

 El ego de Donald Trump es más grande que el muro que quiere construir en la frontera y eso hace que tenga una piel muy delgada o como alguien dijo por ahí ‘Trump tiene la piel más delgada que una telaraña’. Cuando Marco Rubio dijo que Trump tiene manos muy pequeñas estaba haciendo un chiste sobre lo que en México podríamos llamar el pitito de Trump.

Los chistes a costa del prójimo (y esto lo  aprendimos en la primaria), son mucho pero mucho más chistosos si el prójimo se ofende. Si Rubio dice que Trump tiene manos muy pequeñas y Trump no responde, ahí queda el chiste. Por el contrario, si Trump hace aclaraciones y dice que garantiza que no tiene ningún problema, que sus manos no son pequeñas, hace que el chiste se alargue. Ya hubo quien pintara un cuadro al oleo de Trump con un pene minúsculo.

Durante varios años, Trump venía cuestionando la nacionalidad del presidente Obama para regocijo del partido republicano. Cuando le cuestionaban respondía algo así como ‘yo no sé’ o ‘no puedo estar seguro’.  El comediante Bill Maher puso una foto de Trump junto a la de un orangután con una cabellera parecida a la del millonario, dijo que el mono bien podría ser el padre de Trump y que en todo caso ‘él no sabía’ y ‘no podía estar seguro’.

El chiste del orangután padre de Trump,  parte de una larga cadena, duró unos cuantos segundos, sin la respuesta de Trump, todos lo hubiéramos olvidado al día siguiente. Pero el megalomaníaco no iba a permitir que dudaran de quien es su padre, así que hizo una demanda por un millón de dólares contra el comediante. ¿Resultado? La demanda no prosperó pero el chiste si, Trump dio pie para que Maher siguiera generando carcajadas con la foto del papá de Trump.

El hijo del orangután dice que va a construir un muro que los mexicanos vamos a pagar. No está acostumbrado a explicar cómo va a lograr sus propuestas pero,  en una rara excepción, dijo que la forma de obligar a los mexicanos a pagar es prohibiendo las remesas de dinero que los paisanos que viven en tierra de gringos mandan a los paisanos que viven en México. El único obstáculo frente al plan de Trump es La Constitución. El dinero que nuestros paisanos mandan a México no es dinero de Trump ni del gobierno Americano, es dinero de particulares que son libres de hacer lo que quieran con su propiedad. Son tantas las leyes que defienden la libertad de los gringos que no le alcanzaría los años de su presidencia para cambiarlas. Hay más posibilidades de construir una colonia en Marte que de erigir un muro pagado por los mexicanos.

Lo único cierto sobre el muro es que para construirlo necesitarían mano de obra mexicana, y es que, quién que no sea mexicano estaría dispuesto a trabajar en todo tipo de clima y de terreno, ¿los hijos de Trump, nietos del orangután? Esos no soportan 10 minutos bajo el sol del desierto que separa a Sonora de Arizona y además, no hay que olvidar que tienen manos muy pequeñas.