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Uso de las buenas tecnologías
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Lola Miranda, Habana Pérez y Dolores Orea

1º ESO B

Erase una vez...

Clara era una niña de 12 años, que vivía en Madrid, en una casa a las afueras de la ciudad con su madre, su padre y su hermano pequeño Carlos. Clara era una aficionada a el uso del ordenador, se pasaba horas y horas buscando información, imágenes, en redes sociales...

Clara tenía muchas cuentas en redes sociales: Tuenti, Facebook, Twitter, Gmail...En todas esas redes tenía amigos que no había visto en persona y sólo había hablado con ellos por las redes sociales,a Clara no se le había ocurrido pensar que tener tantos amigos por las redes sociales fuese malo y peligroso.

Un día conoció a un amigo en Facebook y decidió ponerse a hablar con él, ella creía que su nuevo amigo era un niño de su edad, y no se imaginaba que era un adulto ya

que tenía muchas fotos de un niño de 12 o 13 años aproximadamente.

Clara, empezó a hablar con él. Hablaban sobre temas normales, de los que cualquier niño de 12 o 13 años hablaría, como de sus aficiones, los estudios...Cuando ya llevaban varias semanas hablando, el “niño” empezó a preguntarle a Clara cosas sobre su vida y su entorno, tanto familiar como con sus amigos.

Clara no sospechaba nada, ya que las preguntas que le hacía el “niño” eran las normales que se hacían los chicos de 12 años. Ella se puso a contestar todo lo que le preguntaba el adulto, incluso le había enviado fotos de ella y su familia, de su casa, de su colegio,de su barrio y de sus amigos.

Era inocente hacia el peligro que no sabía que iba a correr y mientras tanto el “niño” estaba buscando en Google Maps todo sobre las fotos donde se encontraba ese barrio, la casa, el número del chalet y a la vez en Google buscaba información sobre la familia, los amigos y más información sobre Clara.

El señor empezó a planear como iba a secuestrarla. Pensó que sería mejor citarla en un parque que había al lado de la esquina de la casa de Clara, así ella se sentiría más cómoda. Envió un mensaje a Clara diciéndole a dónde quería quedar y la hora.

Cuando Clara recibió el mensaje de su amigo, pensó en preguntárselo a su madre, pero finalmente decidió no hacerlo porque seguro que su madre no la dejaba y ella tenía curiosidad por  saber quién era  su nuevo amigo, como era en persona...

Habían quedado esa tarde en el parque a las 7:00, el secuestrador lo había planeado todo ya que pensó que a esa hora no había mucha gente y la podría secuestrar sin problema. Era viernes y Clara ya había hecho sus deberes así que decidió tratar de escaparse con cuidado de que su madre no la viera.

Cerró la puerta de su cuarto y salió por la ventana sin hacer mucho ruido, cogió su bici que estaba en el garage y se fué camino al parque. Clara estaba un poco nerviosa, pero a la vez feliz por poder conocer al “chico” con el que tanto había hablado, así que pedaleó con rapidez.Cuando llegó al parque se sentó en un banco a esperar que su amigo llegase. Pero Clara no se había percatado de que había un hombre adulto observándola el adulto se acercó a Clara sigilosamente por la espalda, la agarró y la puso de pie, Clara iba a gritar pero no pudo porque el adulto le había tapado la boca con un trapo.

Clara no sabía que estaba ocurriendo ya que ella pensaba que el que iba a  ir al parque era un niño pero poco después se percató de que era un adulto, éste la metió en el maletero de una furgoneta lo cerró y dirigiéndose por calles que Clara no conocía al fin llegaron a una casa antigua que parecía no estar habitada , pero lo estaba, por el extraño hombre.

Los padres de Clare se dieron cuenta de que su hija no estaba, miraron al ordenador de su hija y vieron la conversación que había tenido Clara con el hombre. Los padres fueron corriendo al parque pero Clara no estaba allí. Los padres pensaron lo peor...

Fueron a avisar a la policía de lo sucedido y la policía empezó a investigar.

La policía revisó bien la conversación entre el supuesto niño y Clara, para ver si lograban descubrir alguna pista de a dónde se la habría podido llevar, pero no había ninguna información.

Pasaron varios días y la policía entrevistó a los amigos y conocidos de Clara para intentar sacarles alguna información que ella les hubiera podido contar, pero nada, nadie sabía nada de Clara.

Entonces un policía joven se le ocurrió una idea: seguir el rastro que el secuestrador había dejado con las conversaciones con Clara; los policías se pusieron a seguir el rastro.

Tras varios días de investigación dieron con la casa dónde se hallaba el ordenador que había dejado el rastro. Los policías entraron en la casa encontraron a Clara , la rescataron, pero el secuestrador huyó y no se le volvió a ver nunca más...

FIN