https://www.youtube.com/watch?v=Ie3S0ZoX9Ko
“Lo mismo que se muestra a nivel de una vida, se muestra a nivel de la humanidad. La humanidad rebota siempre contra un mismo problema”.
“La intrascendencia de la vida, qué sentido tiene sufrir lo que sufrimos, por qué nos pasa lo que nos pasa, cuál es el sentido de estar vivos, el sufrimiento interior…”.
“Te has encarnado para recordar tu divinidad, no para acomodarte a un lugar donde tú eres espectador de una realidad que está generada afuera, sino para generar tu realidad”.
EternaLuz: Buenos días a todos los amigos de Eternaluz.org. Antes de comenzar, quiero decirles a los amigos que al final de estos videos van encontrar una sorpresa muy especial, unos obsequios que tenemos preparados para ustedes. Eso será al final de los videos que estarán dando los detalles.
Hola, José Luis. Bienvenido. Como siempre, es un gusto tenerte compartiendo estas maravillosas investigaciones que has tenido, y en vísperas del Seminario que tendremos de apertura en Colombia, tendremos seminario también en México y próximamente en España… Hay algo en común que tú mencionas, y es el caos que ha permanecido en Latinoamérica y que ahora está prácticamente en todo el mundo, dando continuidad a esta maravillosa serie que iniciamos con la renuncia de Benedicto, Francisco I, la Historia Oculta de Cristo, los 11 Pasos de la Magia y sus dialécticas. Por favor, hablamos del maestro del mundo, el Paso 11, y sus dialécticas… Bienvenido, José Luis.
José Luis: Primero, gracias otra vez. Esta oportunidad de dar continuidad a los temas es un privilegio. Es decir, de por sí cuando me hacen notas, reportajes, uno de los temas que siempre es tremendamente problemático es que nunca hay tiempo. Esta oportunidad de, efectivamente, a lo largo del tiempo continuar las temáticas es, por lo tanto, un factor totalmente diferencial que quiero agradecerte sinceramente y a través tuyo también a los “Escuchas”, palabra sagrada en la historia de la Iniciación.
Precisamente en este orden, donde siempre, finalmente, sucede que la persona no tiene el tiempo de realizar lo que quiere realizar, se ubica el punto central de esto que mencionas como el Maestro de la humanidad: el Paso 11. Bien lo has situado. Los Pasos de la Magia son 11, cosa que ya hemos desarrollado en otros momentos, aquí mismo en este espacio, en otras notas que he tenido el honor de que me realices. Sin embargo, es cierto que hay un Paso particularmente Maestro, bien lo has ubicado. Un Paso particularmente poderoso, que es el Paso más decisivo de todos.
En algunas culturas directamente se llama el Paso +1, no el Paso 11, que yo lo he ubicado como Paso Once. A veces mucha gente me escribe. Yo respondo todos los mails. A veces tarda un poco porque son muchos mails por día, de muchos lugares del mundo, pero encuentro en común esto de que, bueno, a veces me dicen: “Pero te has olvidado de poner el Paso 11 en Casualizar”, en el libro donde me ocupo específicamente de los Once Pasos.
Es que sucede que ¡el Paso Once precisamente es un Paso oculto! Y es el Paso oculto a punto tal de que, por ejemplo en la Cábala, en el Árbol de la Vida, las 11 Séfiras, las 11 claves, ¡uno las cuenta y son 10! (risas) Sin embargo insisten en que Dáat, que es el Paso 11 para la Cábala, ¡está ahí! Aunque no lo veas, ¡está ahí! Esto es lo que nos pasa en nuestras vidas.
Los Grandes Iniciados de la historia de la humanidad, esos a los que dediqué 30 años de mi vida de investigación, más de 100 viajes de investigación a esas Culturas originarias donde efectivamente se guarda la Sabiduría a través de Guardianes de la Sabiduría que en general son inaccesibles y que he tenido el honor de que me recibieran y que me permitieran filmar lo que hicimos juntos. Los Maestros de la humanidad, que en los Escritos Sagrados han dejado qué Pasos han dado para llegar a esa Divinidad, partiendo siempre de lo que nos interesa a quienes queremos cambiar de Era, y todos los que nos hemos encarnado en este tiempo, es porque queremos cambiar de Era.
¡Lo voy a decir otra vez! No nos podemos hacer los desentendidos. Si nos hemos encarnado en este tiempo es porque queremos cambiar que Era. Cambiar de Era no es una cosa que va a suceder, ¡es una cosa que hay que hacerla suceder! Y hacerla suceder yo siempre digo que es un llamado en el hombro de cada uno de nosotros, porque es hacerla suceder en primera persona del singular. Tú, yo, cada espectador, cada oyente, tiene que estar en ese lugar en el cual las Profecías lo ubican a quien tuvo el privilegio de encarnarse en este tiempo. Los Maestros nos han enseñado siempre que hay un Paso particular del que depende finalmente lograr cambiar a otra Era.
En alguna época un cambio de Era significó un cambio de Era de humanidad. Ahora es un cambio de Era que se tiene que hacer en lo Individual para que la humanidad cambie de Era. En lo particular, en lo personal. Un cambio de Era significa cosas muy concretas tales como, por ejemplo, lograr habitar una realidad, un resultado que no lograbas habitar. ¡Eso significa un cambio de Era! Es decir, cada uno de nosotros es un microcosmos de un macrocosmos que tiene que darse a nivel de la especie. Si cada uno de nosotros logra cambiar de Era, por ejemplo, logra cosas que está seguro que no puede, que no sabe, que no tiene con qué, y hasta duda de si debe hacerlo. Ahí tenemos los cuatro elementos que se acumulan en ese Paso 11.
Los grandes Maestros de la historia de la humanidad nos han mostrado que, de Paso en Paso, de esos 11 Pasos con los que cada humano que los siguió tocó lo Divino. Hablamos de un Cristo, hablamos de un Buda, hablamos de un Sankara, hablamos de un Milarepa, hablamos de un Viracocha. Los que han logrado transformar su vida en algo que pase la barrera del humano a lo Divino han seguido esos 11 Pasos. Siempre nos han enseñado que hay un Paso comodín, el naipe del comodín en la baraja, no sé si en todos los lados del mundo se le nombra igual. Ese naipe es un joker que surge en cualquier momento y toma cualquier valor.
El Paso 11 es eso. Por eso no siempre se lo ubica en los mapas de Magia como en el árbol de la vida o como en el mapa de los 11 Pasos de la Magia, que yo pude ubicar con esos 30 años de investigación. Quiero ser en estos muy concreto muy claro y después abrir mucho más el tema o continuar abriéndolo. ¡El Paso 11 se intermedia entre los 11 Pasos! Por eso es un Paso especial. Entre el 1 y el 2 intermedia el 11. Entre el 2 y el 3 intermedia el 11, y así sucesivamente. O sea, el Paso 11 se ubica cada vez que estás abriendo una etapa, una cuestión nueva en tu vida que significó un avance. Ahí va a entrar el Paso 11.
Hay un Mito en la historia de la humanidad, que es el Mito que enseña el Paso 11, y ese Mito es, no por nada, el primer Mito que nos llega de Medio Oriente a Occidente, ¡en Sumeria! Estoy hablando del Mito de Gilgamesh. El que quiera entender el Paso 11 tiene que leer todo Gilgamesh, Yo lo he trabajado, lo he desarrollado, y hasta he dado plenarios enteros sobre el Mito de Gilgamesh, para lo cual primero hay que detonar un interés en la gente, porque si uno le dice “Te voy a dar un plenario sobre el mito de Gilgamesh”, de entrada no nos produce interés. Sin embargo, esa es parte de la trampa del Paso 11.
Gilgamesh son once tablillas. Once tablillas que demuestran que el protagonista, Gilgamesh, siempre chocado contra una misma cuestión, a lo largo de las once tablillas, y él no estaba al tanto. ¡Ese es nuestro Paso 11! Hay algo contra lo que cada uno de nosotros, igual que la humanidad, choca siempre igual, siempre en el mismo punto.
Si nosotros tomamos las tres escalas posibles —una vida, la humanidad y el intervidas, las tres escalas posibles de lo que desde este plano de existencia podemos abarcar—, vemos exactamente la misma lógica, y esa lógica es la que acabo de ubicar. Una Vida. ¿Qué vemos? Una de las cosas más maravillosas que nos enseña la Magia es... ¡No tienes problemas en tu Vida! Tienes un solo problema repartido en tu vida. ¡Compro, es un súper descuento!
Una cosa normal cuando alguien empieza a recorrer los 11 Pasos de la Magia es eso, en lugar de “Tengo un problema con el área del dinero, tengo otro problema en mi pareja, tengo otro problema con mis hijos, tengo otro problema en mi cuerpo, con mi enfermedad o con mi salud…”. Bueno, el lugar de: “Tengo un montón de problemas”, hay una vía que nos permite detectar cuál es la cuestión que en cada una de esas áreas arma problema. Esa cuestión está adentro y se vuelca afuera. Por eso es el 11, ¡dos unos! Por eso se Paso 11. Está en un lugar y en otro lugar.
Quiero ser muy claro. Eso precisamente en el árbol de la vida es Daát, decíamos antes. Daát significa Conocimiento, en los dos sentidos. El conocimiento intelectual, y un Conocimiento que trasciende lo intelectual, ¿por qué? Porque el Paso 11 es lo que conocemos y nos hace obstáculo, por lo cual no podemos conocer más allá que eso, más allá que lo conocido.
A lo largo de una vida, ¿qué vemos? Que la persona rebota contra cuestiones que se las encuentra en cada vez más áreas porque no reconoce contra qué choca. Para reconocerlo, la clave nos la da el mismo Árbol de la Vida en su Paso 11 cuando a Daát, a la Séfira 11, al Paso 11 del Método de la Magia, lo dibuja a la altura de la garganta. ¿Esto qué significa? Es un mensaje que tenemos que aprender a escuchar y que lo vivimos diciendo todo el día.
En otras culturas, el Paso 11 lo encarna otro personaje llamado la esfinge. ¿Y la esfinge qué hace? Trata de que no entres a un lugar valioso. Las esfinges se ubican por ejemplo en la entrada de las pirámides. Las esfinges se ubican en la entrada de los templos valiosos. Quiere decir, es un Maestro que te está haciendo un guiño y te dice: “Lo que hay detrás mío es valioso, ¡pero yo voy a tratar de que no entres! Porque vas a tener que renunciar a cosas que conoces y que crees que son verdad, y vas a tener que acceder a una verdad superior para acceder a esto que está detrás mío”. En Occidente, el Paso 11 no se representa con esfinges, tampoco con la séfira Daát, sino con otra figura que tiene la misma función. Se llama la gárgola. Gárgola: garganta. La etimología nos remite el mismo lugar.
La esfinge tiene un enigma. Se puede ver muy bien en el mito de Edipo, donde la esfinge le hace un enigma al personaje, a Edipo. “¿Cuál es el único animal que en la mañana anda en cuatro patas, a la tarde anda en dos patas, a la noche anda en tres patas y cuantas más patas tiene, más indefenso es y más cambia de voz?”. Edipo piensa y responde: “¡El hombre! A la mañana de la vida anda en cuatro patas, después anda en dos patas, después con un bastón en tres patas, cuantas más patas tiene más indefenso es, y cambia de voz”.
Muy bien. Sin embargo, a Edipo le va horrible en el mito. Develó el enigma que la gárgola, la garganta de la esfinge, le dijo, pero le fue horrible. ¿Por qué? ¡Porque él no se reconoció en ese enigma! Ahí estamos en los tres niveles.
Si yo en mi vida no reconozco dónde está el Paso 11, aunque yo aprenda del Paso 11, en mi vida entonces lo que sucede no es lo que yo quiero que suceda. Necesito develarlo en mi vida y para eso está la entrada a los 11 Pasos de la Magia. Entre el Paso 1 y el 2 tengo que develar lo que me voy a encontrar en cada Paso como Paso 11, y que si no lo aprendo a reconocer, entonces, indefectiblemente antes de que yo llegue a mi Resultado, al Paso 10, eso me vencerá y me hará rebotar.
Para eso, ¿qué necesito? Quiero decirlo del modo más abarcativo posible, pero muy concreto en lo que se puede en un momento de entrada difícil como es querer entrar a los 11 Pasos directamente hablando del Paso 11. Necesito hablar y escucharme lo que estoy diciendo de cada uno de los problemas.
Empecemos por el principio. ¡Esto no se resuelve pensando! No es pensando ante la esfinge, no es pensando ante la gárgola como voy a lograr atravesarla. Tengo que, como pasa en el mito de Edipo, hablar, y tengo que escucharme. ¿Escuchar qué? ¡Ahí está la clave!
Dijimos: no hay problemas, hay un problema. Un problema que se reparte en cada área. Volvemos al 11. Uno y Uno. Un mismo problema en esta área... Yo tengo que hablar para detectar lo que se llama “lo idéntico en lo diferente”.
Mira. El estudio de lo oculto enseña que hay tres vías de entrada a lo oculto: una “puerta principal” y dos “ventanitas”. La puerta principal es aprender o escuchar lo que en las palabras se oculta, entendiendo que la Magia es una ciencia de la palabra oculta. En otros reportajes hemos hablado del tema. Abracadabra, el patognomónico de la Magia en occidente, es “Aberah KeDabar”. ¿Y qué significa Aberah KeDabar? “¡Yo Creo la Realidad Hablando!”. Ese es el atributo que nos enseña la Magia en los 11 Pasos y que en todas las religiones vemos que es el que aprendieron a usar los grandes iniciados. “Una palabra tuya bastará para salvar…” lo que quieras. No se trata de otra cosa que del Logos. El Logos es la Palabra. Ese es el Camino a Dios.
Las dos ventanillas son... lo idéntico en lo diferente. Cuando no logras escuchar lo que se oculta en una situación, fíjate qué tiene de idéntico. Y la otra ventanita es lo diferente en lo idéntico. Lo idéntico en lo diferente, y lo diferente en lo idéntico. El Paso 11 es el que nos muestra esas dos vías.
Digo: “Bueno, en mi trabajo tengo problemas con mi jefe. Cada vez que aparece el jefe, tengo problemas”. OK. “En mi casa tengo problemas porque mis hijos no me respetan”. Ya digo “Tengo dos problemas”. “En mi cuerpo no puedo seguir las dietas. Me dicen las dietas y no las puedo seguir”. Ya tengo tres problemas. “En el banco se están quedando con los intereses que me corresponden a mí porque me cambiaron los intereses que había ahí”. Ya tengo cuatro problemas. Si yo pienso así, entro en lo que se llama terreno de maia, terreno de la ilusión. Quedo perdido en el Paso 11.
Si yo escucho lo idéntico entre esos cuatro problemas, veo que tengo un solo problema, siempre el mismo: con la autoridad, en ese caso. Con mi jefe; cuando tengo que ir yo al lugar de autoridad ante mis hijos; cuando tengo que cumplir lo que una autoridad, el médico, me da como dieta; o el banco cambiándome lo que las autoridades dijeron que me iban a dar de intereses.
¡Ese es el secreto! ¡Ahí está el secreto! Gilgamesh nos muestra eso. El mito de Gilgamesh nos muestra que Gilgamesh pasaba de Paso en Paso y tenía UN problema, siempre el mismo, que nunca reconoció. Y ese problema que nunca reconoció, al final, cuando él estaba a punto de lograr su gran logro en la vida, su gran logro del Paso 10, su gran logro de Magia, le aparece otra vez y le arruina todo.
Lo idéntico en lo referente a lo largo de una vida... Estamos en el primer estadio de una escala que necesitamos detectar. Segundo: la humanidad. Tercero: el intervidas. Quisiera que, por favor, me digas si vamos bien, si se entiende, si estoy hablando con claridad. Yo sé que estoy haciendo una extensión porque sé que aquí lo podemos hacer, pero también, si te parece que necesitas que ubique alguna cuestión particular de lo que estoy planteando, avísame por favor. ¿Vamos bien?
EternaLuz: Claro. No. perfecto, José Luis. De hecho, cada pregunta que apenas pienso tú la vas respondiendo y no he necesitado preguntar…
José Luis: ¡Bien! ¡Buenísimo! Vamos en la misma frecuencia. Excelente. Mil gracias. Avanzamos, y digo: lo mismo que se muestra a nivel de una vida se muestra a nivel de la humanidad. La humanidad rebota siempre contra un mismo problema (silbido). ¡Estamos diciendo algo! Uno puede leer el periódico de esta mañana, el diario de hoy, y puede leer los mitos griegos. Va a descubrir algo escalofriante: cambian los nombres y ¡los problemas son los mismos!
Ahora cambia de mitología. Del este a los mitos nórdicos, los vikingos: ¡los problemas son los mismos! Cambia de época, cambia de cultura, cambia de cualquier cuestión que quieras cambiar y vas a ver que siempre el humano no resolvió los mismos problemas: la intrascendencia de la vida, qué sentido tiene sufrir lo que sufrimos, por qué nos pasa lo que nos pasa, cuál es el sentido de estar vivos...
El sufrimiento interior sigue idéntico. Sufrimos por las mismas cosas por las que sufría en la Biblia Moisés, por las que sufría en la Biblia el mismísimo Cristo. Tenemos los mismos problemas que la corte tenía Herodes el Grande. Hay estudios enteros realizados de que los humanos no hemos logrado aún tener un problema nuevo y creemos que tenemos resueltos un montón de cosas, por la tecnología, por el avance de lo que creemos que es el avance de la ciencia, y todo lo que nos lograron resolver no logró resolver los problemas bases del ser humano. ¿Por qué? Porque el ser humano solo puede resolver sus problemas bases en forma individual.
No nos hemos encarnado para que la ciencia nos resuelva los problemas. No nos hemos encarnado para que la política nos resuelva los problemas. No nos hemos encarnado para que la religión nos resuelva los problemas. Y no nos hemos encarnado para que la economía nos resuelva los problemas. Porque cuando nos muramos y nos desencarnemos, no va a haber política, religión, ciencia o economía que nos vengan a resolver los problemas.
El humano muestra lo largo de la humanidad chocar contra un mismo problema. Después si quieres, podemos ver cuál es. Ese problema a lo largo de la humanidad representa lo mismo que a lo largo de una sola vida: el Paso 11. Si la humanidad no aprende a reconocer el Paso 11 contra el que viene chocando de época en época y de cultura en cultura, pasa lo mismo que si en una vida no reconoces el Paso 11. ¿Qué sucede? Explota otra vez en una nueva área, y explota otra vez cuando quieres encarar algo nuevo.
Vamos al tercer nivel de la escala: descubrir que la humanidad tiene siempre un mismo problema. Mira. Haber viajado tanto, en tantas culturas, en tantas situaciones tan distintas, esto me permitió verlo muy bien. Nunca encontré una cultura que tenga un problema distinto. Voy a culturas que se supone que son súper primitivas, en cuanto logras interactuar con ellos tienen el mismo problema que en Manhattan el tipo que está cruzando la avenida. Los mismos problemas.
Ahora bien, hay que entender algo muy poderoso detrás de esto. En cada una de esas culturas, los problemas son exactamente los mismos, y la gente está tratando de resolverlos siempre con las mismas cuestiones. Las únicas Culturas que lo han resuelto, y por eso son Culturas que logran un grado de desarrollo que nos parece sobrehumano, son las que siguieron esos 11 Pasos de los que estamos hablando.
Esos Pasos “intervida” —dentro de una vida— y esos Pasos de la historia de la humanidad rebotan contra repeticiones que hacen que la humanidad esté tratando de aprender siempre una misma lección, y que por eso, la India nos dice: “Chocamos siempre contra cuatro cuestiones”. Vas a los Toltecas, te dicen: “Chocamos siempre contra cuatro cuestiones”. Vas a la roca Hopi, hay cuatro hombrecitos arriba que demuestran el camino que choca contra lo que entró el 22 diciembre de 2012, la invasión del rayo de Plasma.
Digo, en cada cultura te muestran: siempre chocas contra cuatro cuestiones. Esas cuatro cuestiones, a su vez, a lo largo de una vida y a lo largo de la humanidad son las mismas: “No sé, no puedo, no tengo, no debo”. La Magia es no detenerte ante el “no sé”, no detenerte ante el “no puedo”, no detenerte ante el “no tengo”, no detenerte ante el “no debo”.
La humanidad no va a cambiar de Era si tú te sigues deteniendo ante esas cuatro cosas. Esas cuatro cosas que hoy encarnan los paradigmas imperantes. “No sé o sé”: la ciencia. “No tengo o tengo”: la economía. “No puedo o puedo”: el poder, la política. “No debo o debo”: la religión. Estos cuatro están representados en todas las culturas como los cuatro, bueno, lo voy a decir cómo se los conoce acá en Occidente: los cuatro jinetes del apocalipsis.
Yo en los seminarios a la gente le muestro, le propongo leer juntos el famoso capítulo 666 de la Biblia, y demuestro que acá están ¡claramente representados! Así como los representan los toltecas. Así como los representan en el Zodíaco de Déndera en Egipto. Así como los representan todas las culturas Iniciáticas, que advierten que estos cuatro son los cuatro jinetes del apocalipsis.
Hay algo sumamente “abriente de cabeza” por decirlo así; te abre la cabeza. Y es lo que sucede en Magia cuando tú empiezas a transitar estos 11 Pasos, y descubres que efectivamente siempre chocas contra un mismo problema, y ese problema se tiñe de “no tengo, no puedo, no sé, no debo…”. Ahí tenemos el Paso 11 condensado, en lo particular y en la humanidad.
Pero hay un tercer nivel de escala, que abre mucho la cabeza: el intervidas. Abre mucho la cabeza, o extravía mucho. Quiero ser muy taxativo en esto, ¿por qué? Porque en el medio viene lo que se ha inventado para separar a la humanidad de la Nueva Era.
Como el yo no quiere cambios, el yo se encarga de generar siempre anticuerpos de lo que le podría traer grandes diferencias. Lo que voy a decir es absolutamente comprobable: Cristo trajo una gran posibilidad de diferencias. La humanidad inventó lo que Cristo advirtió que nunca tenía que llevarse a cabo: inventó el cristianismo. El cristianismo es el anticuerpo que generó la humanidad para no acceder a Cristo.
Esto lo he ubicado y lo ubico con todas las documentaciones del caso. Lo he escrito, en mis libros está. Lo doy en los seminarios. Todo lo que Cristo dijo que No Hay Que Hacer es lo que hace la Iglesia, pero lo dijo explícitamente, y yo tomo dos o tres referentes de entrada para que sea totalmente más allá de opiniones el tema.
Cristo dijo, por ejemplo, literalmente: “No llaméis padre a otro hombre en la tierra. Solo llama padre a Dios”. ¿Qué es lo primero que nos pide la Iglesia que le digamos al cura de turno? Padre. Y se ofende mucho sino le dices ¡lo que Cristo pidió que no se lo digas! Cristo dijo: “No oréis en comunidad, porque el que ora en comunidad es un hipócrita”. “Eclesiastes”: comunidad. Eso significa iglesia.
Lo mismo te puedo decir de Buda. Buda pidió explícitamente: “No se levante una religión en mi nombre”. Murió y a los dos siglos ya existía el budismo. Los anticuerpos de la humanidad para la Nueva Era se llaman la “new age”. La new age es todo lo contrario a la Nueva Era. La new age te dice: “¡No, no hace falta el Viaje Interior Más Allá del Paso 11! Lo que hay que aprender son técnicas”. Técnicas de respiración, técnicas de viaje astral, técnicas que a todos nos encantan, pero que ¡no producen cambios!
Mira, tuve el honor de ser convocado el 22 de diciembre del 2012, cuando se inicia la Nueva Era, a la Pirámide de Mérida, en México, con 103 maestros de las Culturas originarias. La cultura Maya me convocó, me invitó a través de la venerable madre Nah Kin a generar la apertura que había que generar.
Estuvimos trabajando toda la noche con más de 700 personas en el lugar. Y ahí, al día siguiente, cuando tuve la ocasión de darles una conferencia, les pregunté: “¿Qué entendieron que hicimos anoche?”. Era pasmoso. Era todo una cáscara, un ritual. Nadie había entendido nada, y nadie podía Eso llevárselo a su vida, ¡eso es new age! ¿Ves? Les encantó cuando les pude mostrar cómo los 11 Pasos de la Magia es lo que se había desarrollado, porque entonces Eso es la misma Enseñanza Originaria aplicada a ese ritual.
Quiero que se entienda. La new age es eso que te dice que todo lo que tienes que lograr es sin ir más allá del yo. Que tu yo aprende técnicas y que con eso vas a cambiar tu realidad. Se reabsorbe. El yo las reabsorbe. Bueno, lo que voy a decir ahora, por eso hice la salvedad, la new age lo toma para una distracción asquerosa, cuando digo la tercer escala. Dijimos, una vida, una cultura, el intervidas.
Me refiero concretamente al viaje a una vida anterior. Lamentablemente, la new age es especialista, le encanta: “¡Ah... te voy a llevar a vidas anteriores!”. Entonces, ¿qué ocurre? Lo primero que sucede es lo siguiente: tú llevas a alguien a una vida anterior. Yo en mi Escuela, en los primeros diez años de vida, estoy hablando de 25 años atrás, lo hacíamos, y por eso aclaro, no es esa la vía. Hemos cometido el error de también ir por ahí. ¿Por qué no es esa la vía? Es una pérdida de tiempo. Si quieres hacerlo hazlo, pero es lo mismo que cualquier otra cosa que puedas hacer sin Viaje Interior. No te va a conducir a más que repetir lo mismo.
A ver si soy claro: tú llevas a alguien a una vida anterior. Entonces, ¿qué descubre? Que todo lo que en esta vida tiene del padecimiento, ya lo tenía la vida anterior, y está repitiendo. Lo curioso es que, y ahí es donde se destapa mucho la cabeza, un montón de cosas que en esta vida no tienes, en la vida anterior las tenías, y terminaste generando los mismos problemas que tienes en esta vida. En forma inversa: un montón de cosas que la vida anterior no sabías, por encarnarte en una época más primaria, hoy las sabes todas, y sigues teniendo los mismos problemas que en la vida anterior. ¡Uh! ¡Cuidado!
Todos creemos que los problemas que tenemos son por lo que no sabemos, por lo que no tenemos, por lo que no podemos, porque no sabemos si debemos, porque lo que debemos hacer no es lo que… Tú lleva a alguien a una vida anterior, y ¿qué va a ver? Va a ver que, aunque lo que tenga es completamente distinto a lo que tiene en esta vida, sus problemas son los mismos.
Aunque lo que hoy sepas... Pitágoras daba una frase fundamental cuando él empezó a ver una diferencia. Él decía: "Hay niños que ya saben más que yo". Nosotros hoy podríamos parafrasear la frase y decir: cualquier nene de hoy de séptimo grado sabe más que lo que supo Pitágoras en toda su vida.
Cuando yo voy a esas culturas originarias, veo algo fundamental. Todo lo que nosotros quisiéramos tener resuelto en una vida anterior, ya lo tenemos resuelto hoy. ¿Por qué lo sabemos? Porque en esas culturas aún no lo tienen resuelto.
Por ejemplo: yo me levanto a la mañana en una de esas culturas. Hasta llegar a tomar el té de la mañana, son dos horas y media, tres horas, cuatro horas, en las que corriste riesgo tu vida 20 veces. Hay que ir y conseguir la leña, hay que ir al río y conseguir el agua, hay que conseguir las hojitas de los árboles con las que hacerte el tecito, hay que sentarte, hay que lograr prender el fuego, hay que lograr que no te coma el puma en medio de todo eso. Hay que lograr que ese día, a la hora que tú quieres prender eso, no llueva, para lo cual te enseñan los ejercicios. Más o menos a las tres o cuatro horas que tomas el primer tecito de la mañana.
Acá te levantas y a los 15 minutos ya estás tomando el café. ¿Y qué dices mientras tanto? ¡No tengo tiempo, no tengo tiempo! ¿No tengo tiempo? Para lo que en una cultura originaria te llevaba cuatro horas, acá que lleva 15 minutos. Sin embargo, tú tienes la sensación de no tener tiempo. En esas culturas originarias, no. ¿Qué quiero que se entienda? Que lo mismo queremos intervidas: nunca la diferencia se hace por lo que tienes o no tienes. Porque aunque tengas un tiempo superlativamente mayor al de las culturas originarias, igual sigues creyendo que no tienes tiempo.
Esto, la parafernalia tecnológica, nos ahorra tiempo por todos lados. Sin embargo, más que nunca en la historia de la humanidad, tenemos las sensación de que no tenemos tiempo. Lleva a alguien a una vida anterior y ¿qué va a ver? Algo tremendo. Todo lo que hoy cree que es, “si lo tuviera” le resolvería los problemas, tal vez, en la vida anterior lo tenía.
Se encarnó en la vida anterior, en una vida donde tenía todo eso. Sin embargo, al final de la encarnación, tiene el mismo estado que tiene ahora. Si ahora se siente solo, al final de la encarnación anterior descubre que tampoco había resuelto su soledad. Si ahora se siente que es víctima de injusticia, en la encarnación anterior descubre que fue víctima de injusticia. Así con cualquier otra de las cuatro variables: tener, saber, poder, deber.
“¡Si yo supiera la solución!” Hoy descubre que sabe cosas que en la encarnación anterior ni sospechaba que existían. Sigue diciendo: “¡Si yo supiera…!”. Ahora bien, ¿por qué la new age de esto hace una pérdida de tiempo? Porque la conclusión inmediata es: “Ya está, ya entendí, yo tengo este problema porque no se me ocasiona en ésta encarnación, se me ocasiona en la encarnación anterior, porque en la encarnación anterior, vi que tengo tales problemas, que son los mismos que ahora. ¡Encontré la causa de mis problemas!”.
Ahí empieza el extravío new age. ¿Cómo lo sabemos? Llévalo a la anterior de la anterior. Lo hemos hecho. Si haces el viaje a la encarnación anterior de la anterior, y a la anterior de la anterior de la anterior, y a la anterior de la anterior de la anterior de la anterior, vas a descubrir lo más escalofriante que un ser humano puede descubrir: siempre tuvo el mismo problema. ¿Qué quiere decir? Varía las condiciones que quieras variar afuera, que tu encarnación no va a variar por eso.
¿Te das cuenta la mochila de piedras que nos sacamos con esto? Porque todos creemos que, por lo que pasa afuera, “yo no tengo, no puedo, no sé, no debo”. La mejor muestra está, y llévalo a cualquier encarnación anterior, y habrá variado todo, cambió el sexo, cambió la religión, cambió el tiempo, cambió lo que ama, cambió lo que odia, cambió lo que tiene, cambió lo que no tiene….Y lo que va a descubrir es que hay un mismo problema encarnación tras encarnación.
Ya tenemos los tres niveles de la escala: dentro de una vida, a lo largo de diferentes vidas, en una cultura, e intervidas: la misma vida en diferentes encarnaciones. Y pasa siempre lo mismo. ¿Qué pasa? Pasa que no Reconoce, volvemos a la Séfira 11, Séfira del Conocimiento, que se cura Reconociendo, no conociendo más.
Aprendiendo a reconocer en una misma encarnación lo mismo que va a liberar a toda la humanidad si yo ayudo, liberándome yo de lo que tengo que reconocer como: “¡Este es el mismo problema!”. El problema es que yo siempre me detengo ante lo que no tengo. Ante lo que no sé, me quedo con lo que no sé nada más. Ante lo que no puedo. Entonces yo me detengo con la idea de “debo o no debo”. Los cuatro paradigmas imperantes los voy a ver en mi vida (a lo largo de una vida), en la historia de la humanidad (a lo largo de la historia de la humanidad), o en la historia de mis encarnaciones.
Si yo voy de de vida en vida, voy a ver que siempre me detuve ante lo mismo: “No sé, no puedo, no tengo, no debo”. Esto dice algo, dice muchas cosas. “El gran Paso 11”, por eso tú me has nombrado de un modo perfecto, es el gran maestro de la humanidad, porque lo mismo que yo tengo que aprender en mi vida es lo que tiene que aprender la humanidad, y lo mismo que yo tengo que aprender y que la humanidad tiene que aprender, es lo mismo que nunca aprendí, ni yo ni la humanidad, si no “ reconozco” el Paso 11.
Ahí tenemos todas las Iniciaciones que nos advierten de eso. Tomo dos en este momento, simplemente porque puedo nombrar estas dos ahora, por tiempo, pero si quieres lo vemos en lo que estudié toda mi vida: las diferentes Iniciaciones cómo enseñan las mismas Enseñanzas. No hay inconveniente. Hoy nombro dos porque entiendo que son las que más fácilmente se pueden permitir en un medio así, o sea, con las posibilidades de este medio y con los límites de este medio.
Una posibilidad muy clara de esto es lo que se llama el Bardo Thodol. El Bardo Thodol es el libro pésimamente traducido a occidente como el Libro tibetano de los muertos. Ni tibetano, ni es de los muertos (risas)… El Bardo Thodol se tendría, en la verdadera traducción, la traducción original, si la quieres traducir bien, Bardo Thodol significa el libro de la “Gran Liberación por vía de la Audición”. El imaginativo editor que a eso lo llamó “El libro tibetano de los muertos” que se haga cargo de lo que dijo. El Bardo Thodol es una gran guía donde te enseña que escuchar; la gárgola, la audición es lo que te libera. Y ¿qué dice el Bardo Thodol? Tiene su frase latiguillo, su estribillo.
A lo largo de todo el Bardo Thodol, te encuentras la frase de mil maneras. Aquí y allí, o sea, estés encarnado aquí o estés desencarnado, la frase es la misma: “Reconocimiento es liberación”. “Reconocimiento es liberación” significa: no es el conocimiento lo que te va a liberar; es el reconocimiento. Ahí está lo oculto en el Dáat.
Dáat te lleva a que tengas que trascender el conocimiento y aprender a “reconocer”. ¿Reconocer qué? Reconocer lo que, si no lo reconoces encarnado, desencarnado, es la experiencia más difícil. Más difícil es reconocerlo desencarnado que encarnado: reconocer desde dónde yo me genero ese problema contra lo cual choco. Porque si yo choco contra un problema afuera (un 1, Séfira 11 estamos hablando, un 1), es porque adentro lo estoy generando, y me cambie lo que me cambie afuera, no me varía la cuestión si yo no reconozco desde dónde lo genero. Los cuatro estándar de reconocimiento son: reconocer que me freno ante el “no tengo”, el “no puedo”, el “no debo”, el “no sé”. La ciencia: “no sé”. La economía: “no tengo”. La política: “no puedo”. La religión: “no debo”.
Ahora vamos a otro mitología, y concluyo ahí. Por lo menos todo lo que hace a desde tantos lugares distintos, poder ver que todas nos enseñaron desde esta misma Séfira: los sumerios con Gilgamesh, el Bardo Thodol y los 11 Pasos de la Magia.
Ahora vamos a la India. En la India hay un nivel de Enseñanza que es el más elevado de todos, que se llama el nivel de Púrusha. Púrusha, si tuviéramos que ser muy esquemáticos... En la India lo esquemático no es buena idea, pero para occidentales lo precisamos.
Para la India sería… Puranas: las puranas son los mitos, los cuentitos que les cuentan a los nenes para ir metiéndolos en la concepción hinduista. Después de las puranas vienen los Vedas. Los Vedas son cuatro Vedas repartidos en doce tomos: Rig Veda, Sama Veda… Los cuatro Vedas que le enseñan la doctrina teórica del hinduismo. Después viene el Vedanta, que se llama “El fin de los Vedas”, que son las concepciones de Upanishad. Es solamente los iniciados los que pueden… los que aplican los Vedas acceden a… y después vienen los Púrushas, que es de lo que quiero hablar, lo más elevado de todo.
Bueno, Púrusha te enseña lo siguiente. Empecemos por una humanidad. Después en otro día si quieres hablamos qué pasa con otros planos de existencia, inclusive con otros planetas, con otros momentos, con los Annunaki. Bastante tenemos con lo que nos ocurre a nivel humanos, como para distraernos en cosas tan new age en este momento. ¿Qué nos dice Púrusha en la India? La humanidad está estancada en un nivel de problema, y ese nivel de problema está representado por los cuatro jinetes del apocalípsis, los cuatro paradigmas, los cuatro hombrecitos de la roca hoppi, las cuatro celdas toltecas, ¿sí?
Mil maneras de representar siempre cuatro problemas, y dice lo siguiente. Mira qué hermosura, mira qué maravilla, dice... Y lo que quieras entender por el nombre Dios necesita que se resuelva este problema acá y como es tan difícil de resolverlo, inventó un montón de modos para resolver esos mismos cuatro problemas. Esos modos se llaman tú, yo, él y toda la humanidad, chocando contra el mismo problema. El universo necesita resolver el problema en el que estamos estancados en cada plano frecuencial vibratorio.
Púrusha la más elevada concepción del hinduismo nos dice: “Dios necesita que tú le enseñes a resolver el problema”. Mira cómo nos da la vuelta la historia. Yo paso a tener una importancia fundamental en el universo. ¿Por qué? Porque Dios me hizo a mí para que yo lo ayude a él a no detenerme ante el “no puedo”, ante el “no sé”... en este nivel de humanidad, en este nivel de frecuencia en donde todos nos detenemos ante eso. Entonces, deja de pedirle a Dios que te ayude, deja de pedirle a Dios porque Dios te hizo a ti como un brazo, y a mí como un brazo, y a cada uno de nosotros ¿para qué? Para enseñarle a la humanidad a no detenerse ante el “no puedo”, ante el “no sé” y ante el “no tengo” y ante el “no debo”.
Hace más de 30 años, que yo conduzco actividades individuales, grupales, masivas como Plenarios, Seminarios. A través de internet cada quince días doy reuniones de Supervisión, de Splicación de Método de la Magia, ahora ya todas las semanas. Doy Seminarios, doy Plenarios. Nunca encontré un problema que no fuera uno de esos cuatro. En cada persona, en cada paciente, en cada Seminario, o en cada mito que he leído de la historia de la humanidad o en cada cultura que he ido a visitar. ¡Esos 4 problemas! Son los que se juegan en el Paso 11.
Creo que he respondido, me has pedido que hable, de lo que nadie me ha pedido que hable nunca, porque todo el mundo escapa del Paso 11, porque es el Paso oculto. Bien, lo hemos encarado desde todos los lugares posibles y la conclusión es muy poderosa y es muy clara. La Nueva Era es todo facilitado para que la humanidad ya no choque ante esos cuatro paradigmas.
Pero si tú sigues pidiéndole permiso a la ciencia, a la política, a la economía y a la religión, acerca de qué es realidad y qué no; qué se puede y qué no se puede; qué es lo que yo en mi vida tengo que dirigirme a lograr o no, porque de acuerdo a lo que la ciencia me dice qué es o no es... “Yo sé que esto es imposible”. Eso es un saber deteniéndote. “Yo no tengo y por eso me detengo”. Por lo políticos de turno, porque no hay trabajo, por cualquiera de esas 4 trampas, en la Nueva Era no tienen más pretextos.
Porque lo que ocurre desde el 22 de Diciembre del 2012, la invasión de plasma a nuestro planeta. La manera moderna, científica, de hablar de lo que todas las profecías nos dicen que iba a ocurrir es la invasión de ese elemento cero de la naturaleza: plasma.
Y el plasma ¿qué es? El elemento cero de la naturaleza, y ¿qué significa el elemento cero de la naturaleza? Después del plasma, el plasma se transforma en gaseoso. Después de gaseoso, ese plasma que pasó a gaseoso, se transforma en líquido. Después de gaseoso y de líquido, se transforma en sólido. O sea la mezcla de lo sólido, más lo líquido, más lo gaseoso, o sea eso que llamamos ¡Realidad!
El plasma ¿qué es? La invasión del elemento semilla de la realidad. Ahora nos invade, ahora nos impregna la vida. Ahora, nuestra aura, nuestro Pokpo, nuestro campo energético está impregnado de plasma. La planta que te comes está impregnada de plasma. El animal que te comes que se comió la planta está impregnado de plasma. Todo tiene plasma. Y el plasma ¿qué es? La sustancia base de la realidad.
Ahora es el momento, entonces, en que aprendemos a generar realidad. Sin detenernos ante los 4 jinetes del apocalípsis porque ahora, no hay excusa. Ahora hay plasma en abundancia y si tú no generas realidad, es porque entonces tú estás deshabitado del lugar al cual viniste a encarnarte. ¿Qué lugar? El lugar de Dios. Te has encarnado para recordar tu divinidad, no para acomodarte a un lugar donde tú eres espectador de una realidad que está generada afuera, sino para generar tu realidad. Esa es la función de Dios en todas las biblias. Dios ¿Quién es? El que genera realidad.
Desde el 22 de Diciembre del 2012 tenemos el elemento, la arcilla, la masilla básica, con la que generar realidad en abundancia. ¿Cómo nos vamos a detener ante “no tengo, no puedo, no sé, no debo”? ¿Qué necesitamos? Aprender los Pasos con los que del plasma, obtener un Resultado.
Los Pasos son 11. Diez desde tu idea original hasta el resultado plasmado y el maravilloso Paso 11 que en el medio te va a indicar qué es lo que tienes que aprender. Porque no es lo que no tienes, no sabes, no puedes, o no debes lo que te hace impedir llegar al resultado que quieras; es que te detienes ante que “no sabes”, “no puedes”, “no debes” o “no tienes”. Creo que hemos dado la respuesta, por todas las vías posibles. Adelante, por favor.
EternaLuz: Así es… En el seminario de España, , donde tú hablabas de las dialécticas… en el Paso 11, por el hecho de ser especial, también ¿existen estas dialécticas?
José Luis: Claro, claro. Sucede que hoy trato de enseñar todas las dialécticas lo más actualizadamente posible a cómo están funcionando. No ya en cada uno de los 11 Pasos. ¿Por qué? Por el elemento que recién dijimos. El plasma tiene tres características: el plasma es hiper acelerador, súper integrativo y absolutamente unificante. De cada uno podríamos dar un seminario.
Pero a ver, entendamos rápidamente, pensemos el plasma como una lluvia que cae y hace que se acelere el crecimiento de todo, lo que has plantado. Entonces, todo empieza a integrarse. ¿Por qué? Porque las plantas crecen se integran entre sí y terminan unificándose en un concepto llamado bosque. El ejemplo es básico pero viene bien.
Como el plasma es, dijimos, acelerador, integrador y unificador, al ser acelerador, yo tengo que tratar por todas las vías de mostrar siempre el modo en que los 11 Pasos ¡funcionan! ¿Por qué? Porque a mí no me gusta dar una conferencia masiva a 5000 personas y no aparecer más en un país. Yo empecé a enseñar en Europa hace ya casi 10 años; en Argentina hace 30 años; tengo el honor de ser recibido en Latinoamérica ya desde hace unos 5 años; en distintos lugares de Centroamérica. Y yo doy un seminario y al tiempo —seis meses, cuatro meses— voy otra vez. En el interín doy estas entrevistas. Entonces, si no funciona lo que te enseñé, el primer perjudicado soy yo. Quiero que el que aprende de los 11 Pasos de la Magia siempre esté ahí hiper actualizado.
Las dialécticas enseñadas Paso por Paso y pasito por pasito yo lo podía enseñar así cuando había tiempo en la vieja era. Pero ahora que el plasma es tan acelerador, y tú pones una palabra y la palabra se acelera y se concreta, se plasma, y tú idea se acelera y se concreta y tus sentimientos. Estoy hablando de los 11 Pasos: idea, palabra, sentimientos, señales, evaluación, energía, casualidades, con sueños casualidad de día y de noche, negociación, sexualidad y la creación de lo que quieres, y en el medio el Paso 11. En medio de cada uno de estos Pasos. Hoy no te puedes ya permitir ir desandando cada dialéctica en cada uno de los Pasos.
Porque, mientras tú estás desandando la primera dialéctica en el Paso 2, todo, lo que has dicho, sentido, puesto en idea, energía, sexualidad todos los Pasos que dije recién, ya generaron el resultado que no querías. Por eso es que los 11 Pasos de la Magia son siempre los mismos, pero hay que actualizarlos a la era en la que lo estemos enseñando.
Ya cambiamos de era, por lo menos el nivel astrológico. El nivel astrofísico del plasma ya cambió de era. Esto no quiere decir que la humanidad haya cambiado de era. Entonces ahora enseño las dialécticas, condensadas, de una manera muy directa para detectarlas y que son las dialécticas ubicadas en cada uno de los cuatro paradigmas. Las 11 dialécticas se repartieron entre los cuatro paradigmas. Y ¿esto qué significa? ¿Con qué dialéctica te quedas atrapado ante la ciencia? ¿Con qué dialéctica te quedas atrapado ante la política, ante la religión y ante la economía?
Esto es fundamental, ¿por qué? Porque nuestro yo, el yo, el ego, ¿qué es? El representante de la ciencia, la política, la economía y la religión adentro, porque nos han educado bajo una política, una ciencia, una economía y la religión, que nos enseñan a desdoblarnos en dialécticas: “tengo, no tengo, puedo, no puedo, debo, no debo, sé o no sé”. Y cada una de esas dialécticas, dirige un área de nuestras vida.
Lo que hablé durante toda esta enorme oportunidad que me has dado es de las dialécticas, solo que las concentro en los cuatro paradigmas, porque los 11 Pasos los vas a poder transitar si en los cuatro lugares donde los paradigmas tratan de detenerte no logran desdoblar las dialécticas. Esto lleva una explicación con develaciones profundísimas, porque cada una de las dialécticas en cada uno de los 4 paradigmas toca algunas dialécticas de alguno de los Pasos. Pero como se complica mucho si lo explico así, yo hoy trato de que la gente entienda.
Las dialécticas que la ciencia te pone son detenerte en “sé o no sé”. Las dialécticas que la economía te pone son detenerte en “tengo o no tengo”. Las de la política es “puedo o no puedo”. Y las de la religión son “debo o no debo”. Y cada una de esas dialécticas. Una de ellas toca el Paso 1, el 3 y 5 de Método, y así. Lo voy explicando bien y lo argumento. ¿Esto qué significa? Cuando tú no te detienes ante la dialéctica, tales Pasos del Método abrieron sus puertas para ti, del Método de la Magia.
Lo interesante, lo realmente mucho más aleccionador, profundo y enseñante de esto es que cada una de esas dialécticas, en cada uno de los cuatro paradigmas, que insisto, una abarca tales Pasos, otro tales Pasos y así, esas están repartidas en nuestra vida, en las preguntas fundamentales del ser humano. La dialéctica de la religión por ejemplo nos mantiene dividiendo lo humano de lo divino. Ahí tenemos una dialéctica clara. La religión en nosotros muestra el poder de dividir nuestras fuerzas. Con fuerzas divididas no se hace Magia. El mago unifica las fuerzas; por eso logra lo que desde el yo no podría lograr jamás.
¿La religión qué trata de hacer? Dividirnos. La sola mención de entrar a una religión ya nos hace caer en la trampa de la dialéctica. ¿Por qué? Por que si yo voy a religarme yo ya estoy aceptando estar dividido. Al yo decir “Entro a una religión, lo que voy hacer es religarme con Dios”, ya caí en la trampa, porque entonces acepto que yo estoy separado de Dios. ¿Ves? Caí en la dialéctica entre lo humano y lo divino.
Las dialécticas, así como puedo ubicarlo en la religión, puedo ubicarlo en los otros tres paradigmas, se impregnan en nuestras vidas y nos mantienen separados conceptos que no están separados en el universo. Lo divino y lo humano, lo separó la religión, como la economía separó el concepto de materia —lo material, lo que puedes alcanzar con la economía— y el concepto de mente. La mente y la materia los separó la economía. Uno dice: «No importa lo que yo tenga en mi mente, lo importante es que en la realidad cuánto puedo ganar, si hay trabajo…» ¿Ves? Crees que tu mente va por un lado y tú realidad material va por otro lado.
Viene bien recordar que la etimología entre materia y mente se comparte. ¿Qué quiere decir? Cada uno de los cuatro paradigmas nos generó una dialéctica. Bien cuando yo en Magia, trabajo con los 11 Pasos, aprendo a no detenerme ante cada una de esas cuatro dialécticas. Que a cada una de ellas comprendía alguno de los Pasos. Para no tener que enseñarlo en 11 Pasos divididos en una dialéctica cada uno, lo que me da 22 polos dialécticos. En la vieja era se podía enseñar con todo ese tiempo. Hoy yo tengo que enseñarlo de una manera muy compendiada.
La manera más directa y simple es: ese Paso 11 del que me preguntas se manifiesta a través de uno y uno, eso se llama dialéctica. Las dialécticas más fáciles para detectarlas de entrada son: “No te puedes permitir hacer algo porque sabes hacerlo y no hacerlo porque no lo sabes”. Los griegos que son los que inventaron el saber... Lo que estoy diciendo es así: los que inventaron el concepto del saber son los griegos. Lo inventaron por tres iniciados: Sócrates, Platón y Aristóteles. Los tres iniciados. Cuando Aristóteles comprendía esto e inventa lo que se llama la ciencia, etimología de la palabra saber, la inventa para generar el siguiente recorrido: “Para saber hay que hablar”. a nosotros nos dieron vuelta la historia: “Si no sabes no hables”.
Ahí está: “Hablo de lo que sé. Si no sé no hablo”. Ahí caíste en la trampa de la dialéctica. Del mismo modo, la economía nos divide entre tener y no tener; la política, entre poder y no poder; la religión, entre deber y no deber. Ahora cada una de esas esconde una división interna del ser humano, lo humano con lo divino, la mente con la materia, la vida con la muerte. Y ahí tenemos claramente lo que la política nos divide, quienes deciden sobre nuestra vida o sobre nuestra muerte.
Entender entonces que la religión, la política, la ciencia y la economía jamás te podrán vencer, si tú no te detienes ante las dialécticas, es la pregunta de “¿Y entonces cómo armo mi realidad?”. Con 11 Pasos que no te van a jamás permitir detenerte ante esas cuestiones que si no dividen tus fuerzas, cada una de esas cuestiones es una cara de ese maestro universal que nombraste de entrada, el Paso Once, y que no tenemos excusa, desde que estamos invadidos de plasma. La realidad cada uno de nosotros la tiene al alcance de la mano. Entre plasma y el resultado, 11 Pasos, ¡pero interiores!
El protagonista de cada realidad es quien la genera, quien la quiere vivir, nos desalojamos y este es el mensaje final de cierre que viene muy bien de lo que estamos ubicando, este mensaje la vieja era nos puso en un lugar espantoso: protagonistas afuera, eres espectador de la realidad. Te van a contar lo que es la realidad. ¿Y quién te la va a contar? La ciencia, la religión, la política y la economía.
La Nueva Era es tú protagonizando tu realidad. No eres el espectador de la realidad; tienes que ser el que la genera, pero el truco está en que hay que aprender a escuchar. En el medio de la realidad, o estás tú, o eres el espectador de tu realidad. ¿Y que hay en el medio de la realidad? Real-ID-ad. El id, ¿y que es el id? El id en latín es el yo separado de mi: eso que se llama el ego. Si en el medio de mi realidad está mi “yo”, yo no puedo generar realidad. ¿Qué es mi yo? El compendio de la ciencia, la política, la economía y la religión dentro mío. Desalojar al “yo”, vaciarse del “yo”, me permite a mí ir al medio de mi realidad y entonces generar la realidad que quiero.
Ese “id” que está en la mitad de realidad es la trampa. Es el mismo id que seguimos cuando seguimos “id-deas”, es el mismo id por el cual no logramos usar más que el 10% de nuestro potencial psíquico, energético y físico porque nos hace “id-iotas”, “estup-id-os”… Todas etimologías que tienen en el centro al “yo” y que nos hace tomar al yo como un “íd-olo”…
El Mago aprende muy bien a que el “yo” lo tome de ídolo al Mago; entonces mi “yo” me sigue a mí. ¿Y qué es mi yo? Algo que ha aprendido todos los recursos de la vieja era, pero ahora los va ha usar para lo que yo le digo. Ahí empieza el juego. Ese juego en el que entonces desalojo de mi realidad al ancla alrededor del cual gira el yo, el id. Para eso tengo que ir ahí. Ahí está la gran diferencia.
En Occidente, cuando queremos lograr algo preguntamos qué nos falta. En Iniciación qué nos sobra. Me sobra una concepción, por la cual no logro la realidad. Esa concepción es la de mi yo. La tengo que desalojar ¿Y qué es mi yo? El que me convence de “no puedes, no tienes, no sabes, no debes”. Como ves, estamos manteniendo un planteo completamente circular, porque no nos vamos del Paso 11 en lo que estamos hablando, pero es el que nos muestra que el Paso 11 nos cierra o nos abre las puertas de la Nueva Era.
EternaLuz: Bueno, José Luis, definitivamente estos temas son bastante extensos. Por supuesto que en los Seminarios tú amplías a profundidad estos temas, en estos seminarios que se están dando en los próximos días y que bueno, definitivamente, como ya has mostrado en otras oportunidades que profundizas a cabalidad en cada uno de ellos. No resta más que agradecerte por esta oportunidad, por este compartir de tus conocimientos para que cada persona pueda adentrarse en sí mismos, poder reconocerse.
Espero que las personas puedan participar en estos seminarios que realmente son maravillosos. Los enlaces a futuros seminarios se irán actualizando para que las personas se vayan enterando de nuevos seminarios en cada uno de los países. José Luis, muchísimas gracias, seguiremos en contacto para seguir compartiendo, ampliando uno que otro tema que nos vayamos planteando.
José Luis: El agradecido soy yo, nuevamente, una vez más y cada vez. La próxima vez te cuento lo que Paso en estos Seminarios que vamos a dar ahora. Vengo de Chile, Córdoba, Barcelona, ahora voy Medellín, luego voy a Mexico, después nuevamente a Europa, y en cada uno voy actualizando qué sucede actualmente con la humanidad y el Cambio de Era, y cómo usar los 11 Pasos de acuerdo al momento exacto en el que estamos.
Además, se están produciendo gracias a esto, entramados súmamente Mágicos, de los que si quieres en otra entrevista te hablo. Me estoy por encontrar otra vez con los Q’eros, los últimos guardianes de la sabiduría originaria, a través de la cultura Inca. Y en esa unión con los Q’eros, nuevamente, que tuve el honor que me recibieran más de diez años atrás, en su lugar, ahora vienen ellos, y en esa unión estamos generando nuevas cosas de las que con mucho gusto la próxima vez también hablamos y de las que voy a hablar ahora en los seminarios próximamente ya.
Gracias otra vez, gracias a tí, y a través tuyo, a quienes se dan la oportunidad de enterarse para qué se han encarnado: ¡para cambiar de Era! Gracias.
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Transcripción: Roland Espejo, Ariel Esteban
Revisión: Marc Beltrán
Ayuda en la revisión: Ramsés Cabrera